Con la anulación de la legislación Roe vs Wade, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos eliminó la protección que la interrupción del embarazo tenía en todo el país, lo que representa un retroceso para los derechos civiles. Según datos del Instituto Guttmacher, en los últimos años se ha registrado un aumento en el número de abortos realizados, aunque los niveles no se encuentran en los contabilizados a inicios de los años ochenta, cuando fue el máximo histórico para el país.
Actualmente California y Nueva York son los estados donde más abortos se realizan, mismos en los que este derecho está protegido y se espera sea ampliado para convertirse en "santuarios", aunque existen varias entidades en las que el aborto ya está prohibido, se espera que sea limitado o su destino es incierto.