El número de personas infectadas con el coronavirus en el crucero "Diamond Princess", en cuarentena en Japón, subió a 64, con tres nuevos casos, anunció el gobierno.
El crucero, que llegó el lunes al puerto de Yokohama, al suroeste de Tokio, transporta a unos 3 mil 700 pasajeros y tripulantes, de los cuales alrededor de 280 han sido sometidos a pruebas.
Los tres nuevos pacientes fueron hospitalizados y se trata de dos estadounidenses -una mujer de 70 años y un hombre de 60 años- y una china de unos 30 años, anunció el ministerio de Salud.
La víspera se detectaron 41 nuevos casos, entre ellos el de un argentino.
Las pruebas se limitaron inicialmente a las personas con síntomas o que estuvieron en contacto con un pasajero que había desembarcado en Hong Kong y que fue diagnosticado con el virus.
Posteriormente se extendieron a las personas más vulnerables a bordo, como los ancianos y aquellos que han estado en contacto con los nuevos casos de infectados.
El "Diamond Princess" atracó el jueves en Yokohama, un suburbio de Tokio, para aprovisionarse para una cuarentena que podría durar hasta el 19 de febrero.
Además de los 64 casos de coronavirus del "Diamond Princess", Japón registra 26 en su territorio, según un nuevo balance del ministerio de Salud. El último caso es un joven de 20 años que estaba en el grupo repatriado el viernes a Tokio procedente de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó a Japón que tome todas las medidas necesarias para los pasajeros del "Diamond Princess" confinados a bordo, incluidas las de apoyo psicológico.
"Se pueden hacer muchas cosas para ayudar a estos pacientes. No solo desde el punto de vista de su salud física, sino también por su salud mental. Estar en esta situación es realmente, realmente aterrador", declaró a los periodistas un alto cargo de la OMS en Ginebra, Michael Ryan.
Algunos pasajeros están confinados la mayor parte del día en un camarote sin ventana. Se les permite pasear en contadas ocasiones.
Además, algunos se quejaron de la falta de medicamentos que necesitaban para tratar sus patologías crónicas. La cadena pública NHK señaló que la mitad de los pasajeros tenían más de 70 años.