JARTUM. Los generales en el poder y los líderes del movimiento de protesta en Sudán firmaron un "acuerdo histórico" para compartir el poder, tras tras la destitución del presidente Omar al Bashir y meses de manifestaciones reprimidas brutalmente.
Ayer, tras negociaciones que duraron toda la noche, ambas partes firmaron una "declaración política", primer paso hacia un gobierno civil, principal reivindicación de los opositores. Aún deben celebrarse discusiones en los próximos días sobre otros puntos, especialmente sobre la cuestión de la "inmunidad absoluta" que reclaman los militares en el poder, y rechazada por el movimiento de protesta.
Se trata de un Consejo Soberano compuesto de cinco militares y seis civiles, presidido por turnos por un militar y un civil, que se encargará de la transición durante poco más de tres años.
Los militares presidirán esta instancia los primeros 21 meses de transición y los civiles los 18 meses siguientes. El Consejo Militar llegó al poder tras derrocar el 11 de abril al presidente Omar al Bashir, tras casi 30 años al frente del país.
Tras el encuentro en un hotel de lujo de Jartum, el número dos del Consejo Militar, Mohamed Hamdan Daglo, llamado "Hemeidti", comandante de las temidas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), festejó lo que definió como un momento "histórico".
Por la tarde decenas de estudiantes coreaban "¡Revolución!" y "¡Gobierno civil!" ante la universidad de Jartum.
Desde el anuncio de un acuerdo sobre un borrador el 5 de julio, gracias a la mediación de la Unión Africana y Etiopía, las miradas estaban puestas en el Consejo Militar para ver si respetaría el acuerdo.
A último minuto, los generales reclamaron una "inmunidad absoluta" para aquellos susceptibles de ser juzgados por la represión de las manifestaciones, que sacuden al país desde diciembre.