KABÚL.- Las autoridades afganas anunciaron este martes decenas de ataques de los talibanes contra bases militares, que rompen la tregua parcial y ponen en duda la voluntad del grupo insurgente de negociar con el gobierno de Kabul.
En las últimas 24 horas, los talibanes llevaron a cabo 33 ataques en 16 de las 34 provincias del país, anunció en Twitter el portavoz del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.
"Seis civiles murieron y 14 resultaron heridos. Ocho enemigos también murieron y 15 resultaron heridos", indicó.
Dos soldados murieron en un ataque en la provincia de Kandahar (sur), anunció el gobierno. Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad también fallecieron en Logar, informó a la AFP Didar Lawang, portavoz del gobernador de esta provincia vecina a Kabul.
La violencia llega tras nueve días de tregua parcial durante los que el número de ataques en Afganistán se redujo enormemente tras cuatro décadas de conflicto.
La disminución de los combates fue la condición previa de Estados Unidos para firmar el pasado sábado un acuerdo en Doha con los insurgentes.
En el pacto, Washington se compromete a retirar completamente sus tropas de Afganistán en un periodo de 14 meses a cambio de que los talibanes cumplieran ciertas garantías.
Una de ellas es aceptar negociar con el gobierno afgano, la oposición y la sociedad civil en unas negociaciones que iban a empezar el 10 de marzo.
El domingo, el presidente afgano anunció incluso que la tregua parcial iba a prorrogarse.
Este martes, el presidente Donald Trump conversó telefónicamente con el molá Baradar, líder de los talibanes.
La entrevista duró unos 35 minutos. "Tuve una muy buena conversación con el líder de los talibanes", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca. "No queremos violencia".
Según una transcripción de la llamada difundida por los talibanes, Baradar urgió a Trump a que tome "acciones resueltas para la retirada de fuerzas extranjeras de Afganistán".
El portavoz de los talibanes, Zabihulá Mujahid, dijo el lunes a la AFP que la tregua parcial había terminado y que las fuerzas afganas son de nuevo blanco de ataques insurgentes.
Según el acuerdo de Doha, todavía no ratificado por el gobierno afgano, el alto el fuego es solo uno de los elementos de las futuras negociaciones pero no una condición para que puedan llevarse a cabo.