DOHA. Al cumplirse una semana de reducción de la violencia talibana, Estados Unidos e insurgentes firmarán hoy un histórico acuerdo de paz que prevé la retirada de la mitad del contingente estadounidense de Afganistán y que allana el camino para el fin de una guerra que dura ya dos décadas.
La comunidad internacional ha recibido la noticia con gran entusiasmo y muchas expectativas, si bien algunos se han mostrado cautos puesto que aún falta un acuerdo entre los talibanes y el Gobierno afgano, excluido del diálogo con Estados Unidos, en un complejo país que aún funciona en base a las sinergias entre sus muchos grupos tribales.
El presidente Donald Trump instó a Afganistán a "aprovechar la oportunidad de paz" que brindará el acuerdo de paz, y anunció que su secretario de Estado, Mike Pompeo, presenciará la firma de ese pacto este sábado en Doha.
"Por decisión mía, el secretario de Estado Mike Pompeo presenciará la firma de un acuerdo con representantes de los talibanes, mientras que el secretario de Defensa, Mark Esper, emitirá una declaración conjunta con el Gobierno de Afganistán", dijo Trump en un comunicado.
Aunque la rúbrica del acuerdo es un hito histórico, todavía queda por delante un largo proceso de negociaciones entre los talibanes y el Gobierno de Kabul para poder declarar la paz en Afganistán, un país que lleva décadas sumido en una concatenación de conflictos.