LONDRES. La primera ministra británica Theresa May anunció la creación de un multimillonario fondo de desarrollo para las regiones más desfavorecidas que la oposición calificó de "soborno desesperado" para persuadir a los diputados de que apoyen su acuerdo de Brexit.
Dotado de mil 600 millones de libras (2 mil 120 millones de dólares), el fondo debe permitir "estimular la actividad económica" en las zonas que "no disfrutaron los beneficios del crecimiento del mismo modo que regiones más prósperas del país", precisó su gobierno.
En la presentación de la iniciativa, la propia May afirmó que "en todo el país, el voto de la población a favor del Brexit fue la expresión de un deseo de cambio". "Durante demasiado tiempo, la prosperidad no se ha repartido de forma equitativa".
Más de la mitad de la ayuda al desarrollo estará destinada a circunscripciones del norte y el centro de Inglaterra, que votaron masivamente por salir de la Unión Europea en el referéndum de 2016.
"Nuestras ciudades atraviesen dificultades debido a una década de recortes presupuestarios", denunció John McDonnell, alto responsable del opositor Partido Laborista.
Y consideró que "este fondo muestra la desesperación de un gobierno que se ve reducido a corromper a los diputados para que apoyen" su acuerdo de Brexit.
May se esfuerza, de momento sin éxito, por obtener una mayoría parlamentaria para ratificar el acuerdo de salida concluido con Bruselas en noviembre.
El texto, que fue estrepitosamente rechazado por los diputados en enero, debe ser votado de nuevo el 12 de marzo a más tardar.
IRLANDA, DISPUESTA A CEDER
Por su parte, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, afirmó que las conversaciones con la unión Europea entran en una "fase delicada" y se mostró dispuesto a proceder con "sensatez" y "flexibilidad" para lograr un Brexit ordenado.
El líder democristiano hizo esas declaraciones tras reunirse con su colega lituano, Saulius Skvernelis, y en la víspera de que Londres y Bruselas retomen sus contactos sobre el divorcio, cuyo principal obstáculo es la salvaguarda para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas.
"Estamos dispuestos a ofrecer clarificaciones y mas garantías si esto puede ayudar al gobierno del Reino Unido a ratificar el acuerdo", pero "en ninguna circunstancia, debe desembocar en el restablecimiento de una barrera estricta" entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, dijo Varadkar a medios.