Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió el sur de California este viernes, menos de 48 horas después de que otro sismo de menor magnitud golpeara la misma área.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó el temblor a las 20H19 (03H19 GMT del sábado) a 17 km de la pequeña ciudad de Ridgecrest, donde el jueves se registró un sismo de magnitud 6,4.
Este movimiento fue 11 veces más fuerte que el anterior, según el USGS. Sismos de esta magnitud no se sentían desde hacía dos décadas.
Según reportes de la prensa local, se reportaron edificios con grietas y heridos en los condados de Kern y San Bernardino, cerca del epicentro.
El sismo se registró "en la misma falla en las que se han estado produciendo esta secuencia en el valle de Searles. Es parte de la misma secuencia", dijo en Twitter la sismóloga Lucy Jones, que espera más réplicas en las próximas horas.
La científica había precisado el jueves que el terremoto no se produjo a lo largo de la famosa falla de San Andrés, donde los expertos temen un gran terremoto conocido como "El gran" terremoto ("The Big One") que podría causar el caos en Los Ángeles y a lo lago de la costa oeste.
Pero estos movimientos, que se sintieron en Los Ángeles y hasta Las Vegas, despertaron el fantasma de que un terremoto potencialmente devastador puede golpear en cualquier momento esta región del país.
"Creo que todo el mundo está bien"
En Ridgecrest, de 30 mil habitantes, hay una base militar de la Armada estadounidense, la Naval Air Weapons Station China Lake, un amplio espacio desértico donde se prueban bombas y misiles.
"Creo que todo el mundo está bien", dijo a la cadena CNN Jessica Kormelink, residente de Ridgecrest. "No hay incendios, tenemos electricidad", añadió la mujer que se mantiene junto a sus vecinos fuera de su casa.
"Estaba en el auto con mi madre, y de repente comenzó a temblar. No sentí tanto miedo como el otro cuando estaba dentro" de casa, dijo por su parte Jessica Weston, editora del Ridgecrest Daily Independent.
California es el estado más poblado de Estados Unidos, pero la zona del epicentro del terremoto, el desierto de Mojave es una gran área escasamente poblada.
En Los Ángeles, la policía y los bomberos no reportaron daños o heridos. El aeropuerto funciona con normalidad.
De un gran mercado, personas salieron corriendo empujando sus carritos, constató la AFP.
En redes sociales, usuarios publicaron videos del temblor.
El sismo tampoco interrumpió el juego de los Dodgers de Los Ángeles, aunque las cámaras captaron el movimiento en el estadio.