Argentina quedó paralizada este miércoles por una huelga general de los principales sindicatos del país contra las medidas de ajuste económico del presidente de centroderecha Mauricio Macri, en medio de una crisis que golpea sus aspiraciones de ser reelecto en octubre.
Sin transporte de pasajeros, escuelas ni atención en oficinas públicas y bancos, muchas calles de Buenos Aires quedaron desoladas pese a las manifestaciones de algunas agrupaciones que adhirieron a la medida de fuerza convocada por la poderosa central sindical CGT.
Para asegurar el éxito del paro, distintos piquetes de organizaciones sociales y partidos de izquierda bloquearon el tránsito de vehículos en algunos accesos a la capital argentina.
Controlada por el peronismo, actualmente en la oposición, la CGT reclama que el Gobierno impulse alzas de sueldos que equiparen la alta inflación -que acumula cerca del 50% en los últimos 12 meses- y que reduzca algunos impuestos que afectan a los trabajadores.
"Porque el deterioro de la situación económica y social se agrava día a día, porque la inflación destruye el poder adquisitivo de los salarios (...) por un cambio en el rumbo de las políticas económicas del Gobierno (...) paramos", señaló la CGT en un video que difundió en las redes sociales.
Las costosas tarifas de servicios fueron otro de los blancos de la protesta, ya que las fuertes subas que se registraron en los últimos años -con las que el Gobierno buscó reducir su déficit- son una de las causas de que la pobreza creciera al 32% de la población este año, según datos oficiales.
Macri aspira a retener la presidencia en los comicios de octubre, pero la caída en las encuestas que le provocó la crisis económica muestra que es difícil que lo logre. La fórmula peronista de Alberto Fernández y la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner lidera la mayor parte de los sondeos.
La huelga hizo también que los aeropuertos quedaran inactivos el miércoles, al igual que los puertos de granos del área de Rosario, una de las regiones agroindustriales más importantes del mundo.
Los efectos del paro también se sintieron en el deporte: la final de la Recopa Sudamericana de fútbol, que originalmente debían disputar el miércoles el local River Plate contra el equipo brasileño Atlético Paranaense, fue postergada para el jueves por la protesta.