A partir de este lunes todos los ciudadanos de Sri Lanka deben circular con el rostro descubierto, a fin de identificar con facilidad a las personas tras los atentados del domingo de Pascua que dejaron 253 muertos y más de 500 heridos.
La medida del gobierno llega una semana después de la serie de atentados contra iglesias y hoteles realizados por organizaciones islamistas radicales locales. Hasta el momento, hay 150 detenidos.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, dijo que recurría a un decreto de poderes especiales para prohibir cualquier forma de cobertura facial en público. La restricción entró en vigencia este lunes, destacó la Deutsche Welle.
A partir de entonces, el rostro "debe exponerse claramente", a fin de facilitar su identificación ante el estado de emergencia que rige en el país desde los ataques del pasado domingo cometidos por al menos nueve suicidas.
Esta medida se produce días después de que los clérigos islámicos locales instaran a las mujeres musulmanas a no cubrir sus rostros con el nicab y el burka, en medio de temores de generar una reacción violenta después de los atentados con explosivos ejecutados por yihadistas afiliados al grupo del Estado Islámico (EI).
La medida afecta a todo tipo de prenda que cubra la cara y no hace excepciones por motivos religiosos.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad han realizado en los últimos días una serie de redadas a varios vecindarios del país, con predominantes poblaciones musulmanas, tras la pista de los responsables de los ataques a tres hoteles de lujo y tres iglesias.
La Policía confirmó que entre los casi 150 detenidos se encuentra la esposa y la hija de Mohamed Zahran, el presunto organizador de los ataques. Las familiares del hombre sobrevivieron a la explosión de un suicida que se inmoló durante una redada de las fuerzas de seguridad a una de las casas de los terroristas.