WASHINGTON. En una escalada de sus ataques dirigidos hacia los gigantes de las redes sociales, Donald Trump insinuó que impondrá nuevas regulaciones sobre esas empresas.
Las declaraciones del presidente de EU coincidieron con una "cumbre" en la Casa Blanca sobre redes sociales de la que participan representantes del conservadurismo más crítico con Silicon Valley y con la notoria ausencia de los principales actores del sector tecnológico, como Facebook, Twitter o Google.
A la llamada "White House Social Media Summit", el presidente invitó a militantes conservadores que comparten con él la visión de que las redes sociales discriminan las opiniones conservadoras y que están coludidas con la izquierda.
"Un gran tema hoy en la White House Social Media Summit será la tremenda deshonestidad, parcialidad, discriminación (...) que practican algunas compañías", escribió Trump en Twitter, donde tiene más de 60 millones de seguidores.
"No les permitiremos salirse con la suya más", agregó Trump, lo que agitó miedos de que elimine el marco legal que protege a los servicios en línea y los exonera de responsabilidad sobre contenidos publicados por terceros en sus plataformas.
Participaron en la reunión, por ejemplo, PragerU, que publica habitualmente videos desde una perspectiva de derecha, y TurningPoint USA, una organización que sostiene que las universidades son centros de "propaganda izquierdista".
Ante un ejército de activistas conservadores, Trump aseguró que invitará a representantes de compañías de redes sociales a reunirse con él en algún momento de las próximas semanas, para airear de nuevo sus quejas contra Google, Twitter, Facebook y otros gigantes de internet.
"No tengo ninguna duda de que debería tener millones y millones de seguidores, pero nos bloquean", denunció Trump durante la cumbre, celebrada en la sala Este de la Casa Blanca.
El mandatario agradeció a los asistentes -la mayoría le defienden en las redes, como el dúo de afroamericanas "Diamond and Silk"- por "desafiar a los guardianes de los medios de comunicación".
Trump aseguró que no pretende "limitar la libertad de expresión", pero no considera que lo que escribe la prensa que le cubre merezca la protección que garantiza la Constitución estadounidense.