En su primer año en el poder, Trump ha desafiado las normas y convenciones de la Presidencia para ajustar el cargo a sus objetivos políticos y personales, hasta el punto de convertir el Despacho Oval en una plataforma para atacar a rivales y aliados.
Trump, que celebra mañana el primer aniversario de su investidura, ha roto los esquemas marcados por sus predecesores y ha impuesto un estilo que comienza a transformar el concepto que los estadounidenses tienen de la Presidencia, aunque, por ahora, esos cambios no son irreversibles, según expertos.
"Trump parece entender el cargo y sus poderes como instrumentos para impulsar sus intereses personales", dijo Jeffrey Tulis, experto en política presidencial en la Universidad de Texas, en Austin.
"Su retórica y algunas de sus acciones no tienen precedentes en la era de la presidencia moderna (desde 1933). Eso está cambiando el cargo, pero que esos cambios sean permanentes es algo que dependeráde cómo responde el Congreso", explicó Tulis.
Aunque todos los presidentes de EU intentan expandir el alcance del poder ejecutivo, Trump ha mostrado dificultades para aceptar la independencia de otrosactores de la democracia, como los tribunales, la prensa, e incluso agencias gubernamentales como el Departamento de Justicia, el FBI o la CIA.
"Trump ha demostrado un escaso conocimiento de la Constitución y muy poco respeto por su sistema de separación de poderes. Actúa como si el presidente debiera estar al mando, mientras que el
Congreso y los tribunales se doblegan ante su voluntad", indicó Bruce Miroff, profesor de políticas.
Los expertos pronostican que los tribunales, el Congreso y la prensa seguirán actuando para contener los posibles excesos de Trump, pero ninguno espera que el presidente aprenda a controlar sus tendencias "autócratas".
Por otra parte, el apoyo entre los seguidores del presidente sigue al alza, pese a sus controvertidas propuestas migratorias y su ambiciosa reforma fiscal aprobada en diciembre.
Un gobierno por Twitter con muchas ofensas
En su primer año, la polémica y los escándalos que han provocado sus comentarios a través de Twitter han hecho de su presidencia una de las más controvertidas.
Según el diario The New York Times, que recopila en una página de internet los insultos vertidos por Trump a través de la red social, el presidente ha dirigido sus dardos a 424 objetivos, entre los que se cuentan personas, países o instituciones.
El personaje que más comentarios negativos ha recibido del mandatario estadounidense ha sido Hillary Clinton. Trump no ha ahorrado adjetivos contra su antigua rival electoral. Tampoco su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, se ha librado de las invectivas de Trump, al criticarlo y dudar de sus logros. Uno de los asuntos por los que ha recibido mayores críticas ha sido por su gestión de las relaciones internacionales.
Tres entradas en Twitter en las que ataca al alcalde de Londres (de religión musulmana) tras un atentado terrorista en la capital británica en junio de 2017; al presidente norcoreano, Kim Jong Un, o sus ataques a México, son un ejemplo de ellas.
Hillary Clinton es quien más ofensas ha recibido del presidente Trump