COLUMBUS. En su primer discurso público luego del anuncio de su acusación federal por la retención de documentos secretos, Donald Trump desafió a las autoridades de Estados Unidos y aseguró que ha puesto todo en juego y que nunca será detenido.
El expresidente (2017-2021) repitió ayer sus mentiras sobre una “caza de brujas” en su primer mitin electoral después de haber sido imputado por haberse llevado a su mansión de Florida decenas de cajas con material clasificado.
Los 37 cargos que pesan sobre Trump, divulgados el viernes y centrados en su presunto mal manejo de materiales clasificados, exponen al expresidente (2017-2021) a un ajuste de cuentas mucho más severo que los cargos de mala conducta personal, política y comercial que ha manejado en gran medida en el pasado.
Esta aparición también prepara el escenario para una carrera por llegar a la Casa Blanca con un ambiente como ninguna otra antes, con el Departamento de Justicia del gobierno del presidente demócrata Joe Biden persiguiendo el enjuiciamiento de quien aparece como claro favorito para la nominación republicana.
Trump, que denuncia una caza de brujas por motivos políticos, se pronunció en dos convenciones republicanas en los estados de Georgia y Carolina del Norte.
En Columbus, Georgia, Trump criticó a Biden y al Departamento de Justicia en lo que calificó como “falsa acusación” al clamar ante la multitud que está siendo perseguido por buscar un segundo periodo en la Casa Blanca.
“He puesto todo en juego y nunca me rendiré. Nunca seré detenido. Nunca dejaré de luchar por ti”, advirtió.
“Ahora, la izquierda marxista está usando una vez más el mismo Departamento de Justicia corrupto y el mismo FBI corrupto, y el fiscal general y los fiscales de distrito locales para interferir... son corruptos. Estos criminales no pueden ser recompensados, deben ser derrotados”, arengó a sus seguidores.
Los dos actos se producen pocos días antes de que Trump comparezca ante un tribunal federal en la ciudad de Miami para responder a cargos explosivos de que puso “en riesgo” la seguridad nacional de EU por la forma en que gestionó los archivos confidenciales de la Casa Blanca, algo inédito para un expresidente.
Presentados por el fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, los cargos incluyen la “retención ilegal de información de seguridad nacional” y “obstrucción a la justicia” y conllevan hasta 20 años de prisión cada uno.
La respuesta de muchos republicanos -incluyendo algunos rivales de Trump a la nominación de su partido- fue apoyar al expresidente y amplificar su indignación.
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El retador más firme de Trump en el Partido Republicano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, consideró que el Departamento de Justicia está “armado” para llevar adelante una campaña contra los candidatos de su fuerza.
El líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, que ha tenido una relación de altibajos con Trump, dijo que la acusación marcaba un “día oscuro” para el país.