Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó este domingo que haya calificado a la duquesa de Sussex, la estadounidense Meghan Markle, de "horrible" por haber hablado mal de él cuando era aspirante a la Casa Blanca y culpó a los medios de comunicación de inventárselo.
"Nunca llamé a Meghan Markle 'horrible'. ¡Fue inventado por los medios de comunicación falsos y han sido pillados! ¿Se disculparán la (cadena de televisión) CNN, el (diario) The New York Times y otros? ¡Lo dudo!", señaló Trump en su cuenta de Twitter.
Trump hizo este comentario en Twitter después de que el tabloide británico "The Sun" publicase una entrevista con él en motivo de la visita de Estado de tres días al Reino Unido que empieza mañana, invitado por la reina Isabel II.
En la conversación con el diario, el mandatario presuntamente admitió que no estaba al tanto de que la exactriz, que se casó con el príncipe Enrique en mayo de 2018, apoyase a la demócrata Hillary Clinton a la presidencia de EU en 2016 y que ella sugiriera que iba a marcharse de su país si ganaba Trump.
"¿Qué puedo decir? No sabía que ella fuera horrible", contestó el político al ser preguntado al respecto, según la transcripción de "The Sun" que Trump niega ahora.
No obstante, el presidente consideró que Meghan Markle podría ser una princesa "muy buena" y dijo que fue "bonito" que ella se uniera a la familia real británica.
Durante su visita de Estado, Trump será recibido con honores y se reunirá con varios miembros de la familia real, pero en esos encuentros no estará presente la duquesa de Sussex, pues hace unas semanas dio a luz a su primer hijo, Archie.
En medio de fuertes medidas de seguridad, Trump iniciará su primera visita de Estado al Reino Unido, la tercera de este tipo de un presidente de EU bajo el reinado de Isabel II, tras las que hicieron George W. Bush en 2003 y Barack Obama en 2011.
En esta ocasión, se espera que la presencia de Trump genere protestas, con una gran manifestación prevista el martes en la céntrica plaza londinense de Trafagar mientras el presidente y la primera ministra se reúnen en la residencia de Downing Street.