WASHINGTON. Los demócratas celebraron su victoria en dos estados clave en las elecciones regionales, consideradas como un barómetro de cara a las presidenciales estadounidenses de 2020.
Una de las malas noticias para el presidente Donald Trump, que estuvo muy involucrado en la campaña, es que el demócrata Andy Beshear logró una ajustada victoria en Kentucky, arrebatándole el puesto al gobernador Matt Bevin en un estado tradicionalmente republicano.
Beshear, cuyo padre fue el último gobernador demócrata dl estado, proclamó su victoria, pero Bevin todavía no reconoce su derrota y pidió que se verifiquen las urnas electrónicas y el voto a distancia.
El demócrata se impulsó por una fuerte movilización en las zonas más pudientes de las grandes ciudades, una dinámica que puede ser clave para las presidenciales de noviembre de 2020 también.
La derrota en Kentucky es un revés especialmente duro para los republicanos, ya que en 2016 Trump se impuso en ese estado con 30 puntos de ventaja sobre su rival demócrata, Hillary Clinton.
El mandatario insinuó que Bevin "había ganado al menos 15 puntos" gracias a su apoyo. "Pero quizás no fue suficiente (¡Los medios falsos siempre le echarán la culpa a Trump!)", tuiteó.
El inquilino de la Casa Blanca alardeó de que los republicanos habían ganado las otras elecciones locales en Kentucky.
En Virginia, los demócratas lograron el control de las dos cámaras del Congreso estatal por primera vez en 25 años.
Los demócratas, que ya tenían el puesto de gobernador, se hacen con todos los principales niveles de poder en Virginia tras una campaña marcada por el debate sobre las armas de fuego.
"Esta victoria histórica debe hacer temblar a Trump y a todos los republicanos", declaró el presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Tom Perez.
En un momento en que Washington está centrado en el desarrollo de la investigación para un eventual juicio político a Trump, estas elecciones en Kentucky, Misisipi y Virginia se consideraban como un indicador de cómo veían los votantes esta crisis, aunque el mandatario sigue siendo relativamente popular en Kentucky.
En Misisipi, el republicano Tate Reeves se impuso en la carrera para gobernador por amplio margen contra Jim Hood, un candidato demócrata contrario al aborto y favorable al porte de armas.
En Virginia y en Kentucky, el cambio se veía como una señal preocupante para Trump, especialmente entre los electores de los barrios más adinerados, y muestran la división que crece entre las regiones rurales y urbanas", consideraron analistas.