WASHINGTON. El juicio político del expresidente estadounidense Donald Trump comenzará en la segunda semana de febrero en el Senado, luego de que la Cámara de Representantes presente el lunes el acta de acusación.
Tras concluir la turbulenta Presidencia, Trump tendrá un panorama complicado al enfrentar el segundo juicio político, además de otros cargos penales y civiles a nivel federal y estatal durante su mandato que pondrían freno a su deseo de volver a competir en 2024
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Al convertirse en el primer presidente en ser acusado dos veces, el controvertido mandato de Trump tuvo un final surrealista, con el juicio político como la salva inicial de investigaciones de irregularidades que definirán su legado.
Una vez que Joe Biden asumió la presidencia, Trump puede enfrentar cargos penales y civiles tanto a nivel federal como estatal por acciones antes y durante su mandato como presidente. Según informes anteriores, estuvo tan nervioso por las investigaciones en curso que sus conversaciones con sus asesores sobre perdonarse a sí mismo. Finalmente no lo hizo.
Los casos penales son los más graves, involucran delitos contra el estado y son procesados por agencias gubernamentales. En contraste, los casos civiles son disputas entre dos partes que generalmente resultan en pagos monetarios.
Con el final de la presidencia de Trump, el fiscal general de los Estados Unidos en la administración Biden podría acusarlo de delitos penales que ocurrieron mientras estaba en el cargo. El gobierno federal podría comenzar a investigar a Trump por evasión de impuestos sobre la renta mientras estaba en el cargo y antes de su elección en 2016.
Independientemente de la retórica acerca de que la justicia es ciega, cualquier decisión de acusar a Trump de un delito penal federal es política y dependerá de Biden. Por el momento, sigue siendo improbable que Trump enfrente cargos federales. Los cargos estatales, sin embargo, son otra historia.
Distinto y separado del gobierno federal, el estado de Nueva York está llevando a cabo investigaciones criminales sobre Trump y sus negocios. Incluyen investigaciones sobre posibles fraudes bancarios, fiscales y de seguros, así como la falsificación de registros comerciales.
El estado también tiene una investigación civil separada de fraude fiscal por parte de Trump y su empresa.
Por otro lado, dos mujeres están demandando a Trump por difamación por llamarlas mentirosas después de que lo acusaron de agredirlas sexualmente antes de ser elegido. Estas demandas civiles se han desarrollado lentamente y se reactivarían una vez concluyo el segundo juicio, y este “impeachment” podría acabar con el futuro político de Trump
El nuevo Senado de mayoría demócrata, tiene en su mano bloquear sus ambiciones políticas para 2024 y privarle de la pensión vitalicia y los otros beneficios a los que tienen derecho los expresidentes.
La Cámara de Representantes presentará este lunes los cargos para abrir un segundo e histórico proceso contra Trump por “incitación a la insurreción”.
Si el juicio político obtiene el apoyo de dos tercios del Senado, Trump sería acusado formalmente de “altos crímenes” y se abriría la puerta a privarle posteriormente de casi todos los beneficios de ser expresidente y asegurarse que no vuelve a optar a un puesto político de por vida.
Otra votación sería necesaria para excluir a Trump de optar a cualquier cargo político, algo que piden los demócratas.