TOKIO. El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a restar importancia a los últimos ensayos armamentísticos de Corea del Norte y mostró sus divergencias en este asunto con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Pese a que Trump y Abe se esforzaron en escenificar su buena sintonía personal y en ensalzar la salud de las relaciones bilaterales, ambos expresaron opiniones diferentes sobre los recientes acontecimientos protagonizados por Pyonyang, durante una cumbre que se saldó sin avances destacados en otros temas.
"Lo más importante es que no ha habido pruebas nucleares ni de misiles de largo alcance en dos años", declaró Trump en una rueda de prensa conjunta tras su reunión con Abe en Tokio. De hecho, la última prueba con un misil de largo alcance de Corea del Norte se registró hace hoy exactamente año y medio.
El estancamiento del proceso de desnuclearización de Corea y los nuevos ensayos de misiles balísticos de corto alcance por parte de Pyonyang fue uno de los temas principales tratados en este encuentro bilateral, celebrado en el marco de una visita oficial del mandatario estadounidense a Japón.
Trump admitió que parte de su equipo en la Casa Blanca cree que las pruebas armamentísticas realizadas los días 4 y 9 de mayo por el Norte "pudieron constituir una violación" de las resoluciones de la ONU, algo que él "ve de forma diferente".
Entre ellos figura el Consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, al que la propaganda norcoreana calificó ayer de "maníaco de la guerra".
En una nota de la agencia estatal KCNA, un portavoz de la Cancillería norcoreana tachó a Bolton de "maníaco de la guerra" después de que dijera en rueda de prensa el sábado en Tokio que "no hay ninguna duda" de que los lanzamientos fueron de misiles balísticos de corto alcance y que por ello violan resoluciones de la ONU.
El primer ministro nipón, por su parte, calificó de "muy lamentables" los lanzamientos norcoreanos, y afirmó que "supusieron una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
El líder nipón subrayó la contribución de Japón a la economía estadounidense en cuanto a inversiones y creación de empleo, mientras que Trump criticó los "desequilibrios" en el intercambio bilateral y la necesidad de reducir del déficit comercial que Washington arrastra con Tokio.
En tanto, las conversaciones sobre un acuerdo comercial entre los dos países continuaron ayer estancadas.