KIEV. Ucrania advirtió que está dispuesta a disparar contra migrantes si, para llegar a la Unión Europea, deciden cruzar su frontera desde Bielorrusia. "Si la vida y la salud de los guardias fronterizos están amenazados, usaremos todos los métodos de protección que tenemos por ley, incluido armas de fuego", declaró el ministro del Interior Denys Monastyrsky en el parlamento ucraniano.
Miles de migrantes tratan de entrar a la Unión Europea desde Bielorrusia desde hace meses. La situación se ha empeorado en las últimas semanas y varios miles de personas están bloqueadas en la frontera entre Polonia, que hace parte de la UE, y Bielorrusia.
Las autoridades de Ucrania, país que comparte fronteras con Bielorrusia y varios países de la Unión Europea, temen que los migrantes, la mayoría de Medio Oriente, decidan ahora pasar por sus fronteras para entrar al bloque europeo.
Cientos de personas trataron de cruzar nuevamente la frontera desde Bielorrusia, informó Polonia, en tanto el presidente bielorruso indicó que era "absolutamente posible" que sus soldados hubieran ayudado a los migrantes a entrar en la UE, aunque negó haberlos invitado a su país.
La UE acusa a Bielorrusia de alentar la crisis en reacción a las sanciones impuestas a su régimen tras la violenta represión de las manifestaciones opositoras de 2020. Por su parte, Minsk rechaza las acusaciones y critica a la UE por no acoger a los migrantes.
Según los guardias fronterizos polacos, hubo dos grupos que trataron de cruzar la frontera y entrar en Polonia y por tanto en la Unión Europea (UE). El más importante estaba compuesto por 500 personas, algunas de las cuales lanzaron piedras y gases lacrimógenos.
Los guardias fronterizos polacos detuvieron a 45 migrantes y les ordenaron abandonar el país.
Según la agencia estatal bielorrusa Belta, dos mil migrantes que llevaban días en un campamento improvisado en la frontera en condiciones humanitarias lamentables, pasaron por primera vez la noche del jueves al viernes en un centro de acogida.
Algunos países, entre ellos Polonia y Ucrania, acusan a Moscú, principal aliado de Bielorrusia, de estar también detrás de esta crisis.