KIEV. Ucrania informó de avances en el campo de batalla en un contraataque que podría señalar un cambio en el impulso de la guerra, mientras que Kiev cerró los flujos de gas en una ruta que atraviesa el territorio controlado por Rusia, haciendo surgir el fantasma de una crisis energética en Europa.
Tras varios días de avances al norte y al este de la segunda ciudad más grande, Járkov, las fuerzas ucranianas se encontraban a sólo varios kilómetros de la frontera rusa, dijo una fuente militar ucraniana. Antes del avance, las fuerzas rusas se encontraban en las afueras de Járkov, ciudad situada a 40 km de la frontera.
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El avance parece ser el más rápido que Ucrania ha montado desde que expulsó a las tropas rusas de Kiev y del norte del país a principios de abril. Si se mantiene, podría permitir a las fuerzas ucranianas amenazar las líneas de suministro de la principal fuerza de ataque rusa e incluso poner objetivos logísticos de retaguardia dentro de la propia Rusia al alcance de la artillería ucraniana.
En Vilhivka, una aldea al este de Járkov en manos de las fuerzas ucranianas, se oía el golpe de la artillería casi constante y el ruido de los lanzacohetes múltiples desde los combates en el frente, que ahora se ha extendido considerablemente hacia el este, donde Ucrania ha estado intentando capturar aldeas en las orillas del río Donets y amenazar las líneas de suministro rusas en el otro lado. Más al este, las fuerzas ucranianas parecían tener el control de la aldea de Rubizhne, a orillas del Donets.
JÁRKOV, LA CLAVE
Kiev confirmó pocos detalles sobre su avance por la región de Járkov.
"Estamos teniendo éxitos en la zona de Járkov, donde estamos haciendo retroceder al enemigo de forma constante y liberando núcleos de población", dijo en una rueda de prensa el general de brigada Oleksiy Hromov, subjefe de la Dirección de Operaciones Principales del Estado Mayor de Ucrania, sin dar más detalles.
Sin embargo, las autoridades prorrusas de otra estratégica región ucraniana de Jersón, ocupada por Moscú desde marzo, anunciaron que pedirán al presidente Vladimir Putin su anexión, en tanto un gobernador ruso acusó a Ucrania de bombardear una ciudad del suroeste.
El presidente, Volodímir Zelenski, dijo que los éxitos estaban poniendo la segunda ciudad más grande de Ucrania bajo constante bombardeo desde los primeros días de la guerra fuera del alcance de la artillería rusa. Pero advirtió a los ucranianos de que no debían elevar demasiado sus expectativas.
En Vilhivka, el avance había hecho posible que los residentes se aventuraran a ordenar los restos de sus casas. Aunque el pueblo había sido reconquistado por las fuerzas ucranianas hace semanas, la línea del frente estaba ahora lo suficientemente lejos como para que fuera seguro volver.
SUMINISTRO DE GAS
La medida adoptada por Ucrania de cortar el suministro de gas ruso a través del territorio en poder de los separatistas respaldados por Rusia supuso la primera vez que el conflicto ha interrumpido directamente los envíos a Europa.
Los envíos del monopolio ruso de exportación Gazprom a Europa a través de Ucrania se redujeron en una cuarta parte después de que Kiev dijera que se había visto obligado a interrumpir todos los flujos de una ruta, a través del punto de tránsito de Sokhranovka, en el sur de Rusia. Ucrania acusó a los separatistas apoyados por Rusia de desviar los suministros.
Si el corte persiste, sería el impacto más directo hasta ahora en los mercados energéticos europeos de la guerra que Rusia califica de "operación militar especial".
Además del este, Rusia se ha apoderado de una franja del sur de Ucrania, donde Kiev y sus aliados occidentales afirman que Moscú pretende organizar un falso referéndum de independencia o anexión para hacer permanente su ocupación.
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