Miles de personas se manifestaron este sábado en Francia para pedir el final de la violencia contra las mujeres y los feminicidios, cuyo número (al menos 11 desde el inicio del año) ha provocado una ola de indignación sin precedentes en el país.
En París, detrás de una banderola que portaba la Unión Nacional de Familias de Feminicidio (UNFF), varias personas mostraban pancartas con la foto de una familiar asesinada. Una treintena de marchas estaban previstas en toda Francia.
"Pensamos que va a ser una marcha histórica", declaró antes del inicio de la manifestación en París una de las organizadoras, Caroline De Haas, convencida de que "el nivel de conciencia está cambiando de manera bastante radical".
Esta "marea violeta", por el color de la lucha feminista, pone presión sobre el gobierno a dos días del cierre de una amplia consulta sobre la violencia conyugal lanzada a principios de septiembre para intentar controlar este flagelo.
El primer ministro francés Edouard Philippe, acompañado de una docena de miembros del gobierno, tiene previsto anunciar medidas muy esperadas por las asociaciones.
"Ya no alcanzamos a contar los casos en los que los feminicidios pudieron haberse evitado", afirmaron las organizadores del desfile del sábado en una convocatoria difundida en Facebook.
Miles de mujeres mueren cada año en el mundo por el simple hecho de ser mujeres. En 2017, las víctimas llegaron a 90.000. Es una plaga que afecta sin distinción a países ricos y pobres, a los que están en guerra o en paz.
En Francia, al menos 116 mujeres fueron asesinadas en lo que va del año por su pareja o expareja, según un recuento de AFP. En 2018, las víctimas mortales llegaron a 121, según cifras del ministerio del Interior.
Además, la violencia matrimonial afecta anualmente a unas 220 mil francesas.
