Turquía y las milicias kurdas de Siria se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego pactado el pasado jueves entre Ankara y Washington, mientras el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, amenazó con "aplastar las cabezas" de los kurdos si no se retiran de la frontera.
El Ministerio de Defensa turco denunció que las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera un grupo terrorista y contra las que lanzó una ofensiva en suelo sirio el 9 de octubre, han violado la tregua en 14 ocasiones desde que se firmó el acuerdo.
Defensa señaló que la mayoría de los ataques se produjeron en zonas cercanas a la frontera turca, donde se ha concentrado la mayoría de enfrentamientos entre el Ejército turco y las milicias kurdas desde el inicio de la ofensiva en suelo sirio.
"Los terroristas de las YPG han llevado a cabo 14 ataques en las últimas 36 horas, doce de ellos se produjeron en Ras al Ain, uno en Tal Abiad y otro en Tal Amer", señala Defensa, refiriéndose a tres ciudades sobre las que se ha centrado el ataque turco.
Concretamente en Ras al Ain resultaron heridos tres milicianos sirios aliados de Ankara por supuestos ataques de las YPG, aseguró la agencia oficial Anadolu.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por las YPG, añade a esa cifra de víctimas otros 13 combatientes proturcos muertos al intentar repeler ataques durante la tregua.
Las milicias kurdas también han acusado al Ejército turco de violar el alto el fuego y han pedido a Estados Unidos que presione a Turquía para que cumple la tregua y abra un corredor humanitario para evacuar las víctimas civiles de Ras al Ain.
Las YPG habían sido hasta ahora el principal aliado de Washington sobre el terreno en su lucha contra el yihadista Estado Islámico.
Al menos 14 civiles han muerto en Ras al Ain por ataques de milicianos proturcos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización con sede en Londres, donde informa mediante su red de colaboradores en Siria.
Amenazas de Erdogan
Erdogan, por su parte, recordó que el martes termina el plazo de 120 horas dadas a las milicias kurdas para retirarse de una franja de 30 kilómetros desde la frontera turca, donde Ankara quiere crear una "zona de seguridad", tal y como establece el alto el fuego.
El mandatario insistió hoy en que el acuerdo es "una pausa de 120 horas" y que, si no hay reitarada, seguirá con su ofensiva en Siria.
"Aplastaremos las cabezas de los militantes kurdos si no se retiran dentro de estas 120 horas", declaró durante un encuentro con su partido en Kayseri.
El papel de Rusia
Tras el acuerdo de tregua con Washington, Ankara espera pactar con Rusia otros detalles de la "zona segura", como la presencia turca en zonas donde están desplegadas las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad, apoyado por Moscú.
Erdogan viajará el próximo martes a la ciudad rusa de Sochi para discutir el asunto con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Las Fuerzas de Damasco se desplegaron hace una semana en algunas áreas al este del río Éufrates en poder de los kurdos, como Kobane o Manbech, tras sellar un pacto con las milicias kurdas para frenar el avance del Ejército turco.
"Las Fuerzas del régimen están presentes en algunas zonas de la operación antiterrorista turca. Discutiré este asunto con Putin", declaró Erdogan.
Sin embargo, el presidente turco advirtió de que Turquía seguirá "con sus propios planes" si no se alcanza el objetivo de expulsar a las milicias kurdas del norte del país.
Yihadistas Huidos
Por otra parte, el ministro de Interior turco, Suleyman Soylu, informó de que las fuerzas turcas han detenido a 41 supuestos miembros del grupo yihadista Estado Islámico, de un total de 750 que se habrían escapado de las prisiones controladas por el YPG desde el inicio de la ofensiva turca.
El ministro turco declaró que los adultos detenidos, de nacionalidad turca, serán juzgados en Turquía, mientras que los niños serán trasladados a las instituciones "para su protección".
En cuanto a los combatientes yihadistas extranjeros, Soylu declaró que han sido trasladados a centros penitenciarios en áreas del norte de Siria bajo control turco.
La franja del norte de Siria desde el Éufrates hasta el Mediterráneo ya está bajo control de tropas turcas, tras las operaciones Escudo del Éufrates al norte de Alepo en 2016, y Rama de olivo, en el enclave kurdo de Afrin, en 2018.