Tras los ataques que sufrieron la televisora Teleamazonas y el diario El Comercio de Quito, en Ecuador, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió y condeno los hechos.
A través de un comunicado, la SIP pidió al gobierno del presidente Lenín Moreno dar garantías constitucionales a la libertad de prensa para que no se convierta en otra víctima de la violencia que perjudique el derecho del público a estar informado.
Christopher Barnes y Roberto Rock, presidente de la SIP y de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, respectivamente, expresaron su más enérgico repudio a los atentados contra los medios.
Condenamos la hostilidad contra medios y periodistas y rechazamos que la prensa sea responsable de la situación político-social del Ecuador
Las autoridades de la SIP pidieron al gobierno que, pese a las restricciones constitucionales, "se respete la libertad de prensa, y se brinde la seguridad necesaria a medios y periodistas, única vía para garantizar el derecho del público a estar informado".
Detienen a 13 periodistas
El jueves pasado, tras la toma de la Casa de la Cultura por parte de organizaciones indígenas que se manifiestan en contra del gobierno de Moreno, 31 periodistas de distintos medios fueron retenidos contra su voluntad.
En ese momento, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) dijo que los periodistas no estaban secuestrados, aunque acusaron a la prensa de que "existe una guerra mediática de ocultamiento y descontextualización".
El gobierno de Moreno decretó este sábado un toque de queda luego de que los manifestantes tomaron el edificio de la Controlaría Nacional.
Previamente, grupos de desconocidos encapuchados atacaron con bombas molotov, piedras y llantas encendidas las instalaciones de Teleamazonas e incendiaron un vehículo. En otro acto violento, los manifestantes trataron de ingresar al diario El Comercio.
Durante las manifestaciones contra el gobierno nacional que empezaron la semana pasada luego de que anunció la suspensión de subsidios a los combustibles, se reportaron más de 100 agresiones contra periodistas, camarógrafos y otros profesionales de los medios. Las agresiones provinieron de parte de los manifestantes como por parte de las fuerzas de seguridad.