La mayor grúa operativa de la costa este de Estados Unidos se alzaba el viernes sobre el puerto de Baltimore, lista para empezar a retirar los restos del puente Francis Scott Key días después de que un carguero chocó contra él, haciendo que la estructura se cayera sobre el puerto.
A mediodía del viernes, los equipos seguían examinando los daños. La grúa, que puede levantar hasta mil toneladas, llegó el jueves por la noche y probablemente empezará a sacar los escombros del agua el sábado por la mañana, según Carmen Carver, portavoz de los guardacostas estadounidenses.
Una segunda grúa está en camino y se espera que llegue pronto para ayudar en el esfuerzo, dijo.
Las autoridades estatales y federales están centradas en despejar el concurrido puerto y reconstruir el puente después de que el Dali, un enorme portacontenedores que se había quedado sin energía, chocara frente una columna de apoyo a primera hora del martes, derribando la estructura y dejando a seis trabajadores presuntamente muertos.
Los buzos han recuperado dos cuerpos de los obreros desaparecidos, que estaban reparando el puente en el momento de la colisión. Se cree que los cuatro restantes están atrapados bajo el agua. Todos eran inmigrantes de México y Centroamérica.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, dijo el jueves en rueda de prensa que la prioridad máxima es encontrar los cuerpos restantes. Las tripulaciones también deben evaluar cómo sacar el buque atascado, cargado con miles de contenedores y atrapado por los escombros del puente.
"El Dali es casi tan largo como la Torre Eiffel, y el Dali tiene el Key Bridge encima. Estamos hablando de tres mil o cuatro mil toneladas de acero que están encima de ese barco, así que tenemos trabajo", dijo Moore en la rueda de prensa del jueves.
Tres días después de la tragedia, los empleos de unas 15 mil personas cuyo trabajo gira en torno al funcionamiento diario del puerto están en suspenso. Los parlamentarios de Maryland están estudiando la posibilidad de aprobar una ley de emergencia que permita sustituir los ingresos de los afectados, según ha declarado esta semana el presidente del Senado estatal.
La situación supone un riesgo temporal para la economía de la zona, ya que el puerto recibe la mayor parte de las importaciones de automóviles de Estados Unidos y es uno de los cuatro de la costa este de Estados Unidos con el canal de 50 pies necesario para los cargueros de mayor tamaño, según la agencia de calificación de bonos Moody's Investors Service.
Sustituir el puente, de 47 años de antigüedad, requerirá probablemente "años de trabajo", pero el puerto, cuyas operaciones superaron recientemente los niveles previos a la pandemia, podría reabrir en cuestión de semanas, "si se retiran rápidamente los escombros", según un informe de Moody's.
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"Mientras el puerto permanezca cerrado, el desvío de importaciones de automóviles y otras mercancías a otros puertos de la Costa Este erosionará la ventaja de Baltimore como puerto más cercano al Medio Oeste, en detrimento de los operadores de terminales", señala el reporte.