La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) se prepara para una triple crisis, ya que los ataques israelíes en Líbano se suman a la presión que enfrenta en Gaza y Cisjordania, dijo este martes su jefe a la AFP.
La UNRWA, fundada en 1949, presta servicios a los refugiados palestinos en Gaza, Cisjordania ocupada por Israel, Líbano, Siria y Jordania.
Con tres de sus zonas de operaciones convertidas en "líneas de frente activas", la asediada agencia, que se enfrenta a un grave déficit de fondos, está a punto de sufrir aún más presión, dijo el comisario general, Philippe Lazzarini.
"Ya tenemos Gaza, ya tenemos Cisjordania, así que tenemos dos campos de operaciones que se han convertido en frentes activos", dijo.
"(Ahora) también tenemos Líbano, lo que significaría que básicamente tres contextos de operación se convertirán en emergencias humanitarias", añadió, calificando la situación de "triple tragedia".
Ante los crecientes ataques israelíes, la UNRWA ha interrumpido algunas operaciones en Líbano mientras convierte sus escuelas en refugios para cientos de personas desplazadas del sur del país.
El desplazamiento se disparó después de que Israel bombardeara objetivos de Hezbolá el lunes, matando al menos a 558 personas en el día más mortífero de violencia en el país desde su guerra civil de 1975-90, según las autoridades locales.
"El temor es que nos adentremos en una guerra total", dijo Lazzarini en la ONU, donde los líderes mundiales se reúnen en la Asamblea General, el mayor encuentro diplomático anual.
"Otra preocupación es que partes de Líbano se conviertan en Gaza", advirtió.
Más presión
El ataque del 7 de octubre de Hamas contra Israel y la respuesta militar israelí contra Gaza han acumulado amenazas contra la UNRWA, la única organización de la ONU creada para ayudar específicamente a una población de refugiados.
Al menos 222 miembros del personal de la organización han muerto y dos tercios de las instalaciones de la agencia en Gaza han sido dañadas y destruidas desde el comienzo de la guerra de Gaza.
"Dependiendo de cómo se desarrolle la guerra en Líbano, tenemos miles de empleados allí, no se descarta... que también muera personal", dijo Lazzarini.
Un nuevo frente en el Líbano "nos exigirá mucho más. Las necesidades aumentarán y también necesitaremos más apoyo de los donantes", añadió.
La agencia sufrió una serie de recortes de financiación a principios de año después de que Israel acusara a más de una docena de sus 13 mil empleados en Gaza de estar implicados en el ataque del 7 de octubre de Hamás.
Desde entonces, la mayoría de los donantes han reanudado los aportes, con la excepción de Estados Unidos, el mayor contribuyente de la agencia.
"UNRWA tiene fondos suficientes hasta finales de octubre", dijo Lazzarini.
Con un déficit de 80 millones de dólares para 2024, Lazzarini está organizando una conferencia de donantes al margen de esta Asamblea General de la ONU esta semana para apuntalar las promesas de los donantes.
El principal resultado que busca el jefe de UNRWA es asegurarse que puedan "operar hasta final de año", pero también conseguir compromisos a más largo plazo de los donantes.
"Estoy muy preocupado por 2025, porque hay un cierto número de donantes tradicionales que adoptarán medidas de austeridad y reducirán su presupuesto exterior", dijo, sin nombrar a ningún Estado.