CIUDAD DEL VATICANO. El objetivo fue confirmado. El encuentro de febrero entre los presidentes de los episcopados nacionales que deberá establecer las líneas sobre el comportamiento de los obispos para combatir el flagelo de los abusos sexuales, no será una simple “convención de estudio”, sino una reunión entre Pastores, de oración y discernimiento, catequética y operativa.
La finalidad es que cada obispo “tenga absolutamente claro” lo que necesita hacer para enfrentar este “drama mundial”.
El director interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, subrayó que ésta es la voluntad del papa Francisco, el cual “sabe que un problema global como el de los abusos se puede afrontar solamente con una respuesta global”.
Para el pontífice argentino –precisó Alessandro Gisotti- “es fundamental” que regresando a sus países, en sus diócesis, los obispos sean conscientes de cuáles son las reglas que deben aplicar y cuáles son los pasos necesarios para prevenir los abusos, para proteger a las víctimas y para no permitir que ningún caso sea ocultado o encubierto.
Este último problema es uno de los más espinosos, ya sea por voluntad propia del obispo o bien para “no crear escándalo” en la iglesia, como sucedía y sucede aún con una cierta frecuencia.
Recientemente, Bergoglio puntualizó públicamente por primera vez que los culpables de abusos “deben entregarse a la justicia civil”. Por lo tanto, la exhortación a no ocultar ni encubrir un abuso sexual, debería comportar la denuncia del delito a la autoridad civil y no sólo a la eclesiástica.
Y se espera, en particular las víctimas de abusos, que ésta regla sea establecida oficialmente en ocasión del próximo encuentro de febrero.
Alessandro Gisotti dijo que “la Iglesia no está en el punto inicial en la lucha contra los abusos contra menores”, y que el encuentro “es la etapa de un camino doloroso pero sin pausa que, con decisión, la Iglesia está recorriendo desde hace más de quince años”.
Quince años en los cuales, cabe señalarlo, el escándalo de los abusos por parte del clero ha estallado en dimensiones inimaginables a nivel planetario.