Ciudad del Vaticano.-El Papa Francisco obliga por ley a denunciar los abusos sexuales, aunque la medida esta reducida solo al Vaticano, y no a la justicia civil, como piden a gritos las víctimas. Con un “motu propio”, es decir el documento con el cual el jefe de la Iglesia Católica promulga una ley, el pontífice argentino refuerza limitadamente a la esfera eclesiástica, las medidas para combatir la plaga de los abusos cometidos por miembros del clero. Una medida que difícilmente dejara satisfechas a las víctimas y a las organizaciones que se ocupan de este grave problema.
Por lo pronto, con la nueva ley, la obligación para denunciará las autoridades eclesiásticas estos abusos, no solo atañe a obispos y cardenales, sino a todo el clero e incluso a los funcionarios y empleados de las nunciaturas (embajadas) de la Santa Sede. El objetivo es impedir lo más posible, y a todos los niveles, los encubrimientos de este fenómeno.
Cabe señalar que las expectativas sobre el documento pontificio, eran seguramente diversas a las medidas adoptadas por Francisco, a quien las victimas exigen la efectiva aplicación de la “tolerancia cero” acerca de este “cáncer” que ha sacudido los cimientos de la Iglesia Católica, como la reducción al estado laical y en particular la denuncia a las autoridades civiles.
La denuncia al Vaticano tendrá carácter penal y será “de oficio”, contrariamente al pasado, que era civil, y deberá ser presentada ante el Tribunal de la Santa Sede, si bien el imputado de este infamante delito podrá ser removido de su cargo solo hasta que no sea condenado definitivamente por haber abusado sexualmente de uno o más menores.
El “motu propio” de Francisco sostiene también la presunción de inocencia del imputado mientras que la sentencia no sea definitiva, aunque en espera de la misma se le aplicara una medida cautelar. Y quienes omitan o retrasen la denuncia en caso de abusos a menores o personas vulnerables, serán sancionadas “por ley”, con excepción de los casos del secreto de confesión.
Asimismo, Bergoglio establece que habrá “atención pastoral adecuada a las víctimas de los abusos y a sus familias, apoyo espiritual, médico y sicológico”.
Las nuevas reforman la legislación del Estado de la Ciudad del Vaticano, donde rige el código Penal de 1889. La nueva ley entrara en vigor a partir del primero de junio próximo. (fin)