PARÍS, Francia. Los servicios de inteligencia francesa investigan una posible injerencia rusa, a través de las redes sociales, en el movimiento de chalecos amarillos.
El Secretariado General de Defensa y Seguridad Nacional (SGDSN), organismo que depende del primer ministro, procura determinar si grupos de activistas vinculados al extranjero intentaron manipular y amplificar la movilización.
En la pesquisa participan los principales organismos de contra-espionaje que operan bajo la coordinación de la DGSI (Dirección General de Seguridad Interior).
La hipótesis de una injerencia extranjera a través de las redes sociales se desprende de las misteriosas condiciones en que fueron creadas ciertas cuentas. El indicio más inquietante es la actividad que desarrollaron esos sitios en las últimas semanas, multiplicando informaciones y comentarios en forma automatizada.
La prueba, según los expertos, fue la difusión en internet de un documento confidencial que contenía detalles del dispositivo de seguridad preparado por el gobierno y la policía para reprimir las manifestaciones en París. Ese plan fue divulgado por un sitio de información alternativo -sin sospechas de estar vinculado a Rusia- que actuó ingenuamente reproduciendo informaciones que le hizo llegar una “fuente” no identificada.
El diario británico The Times y la agencia de noticias Bloomberg aseguran que “centenares de cuentas vinculadas a Rusia” operaron intensamente en las redes sociales con el objetivo de “amplificar las manifestaciones callejeras”. Esa información proviene, probablemente, de los servicios británicos anti-hackers.
Según The Times, unas 200 cuentas Twitter difundieron videos y fotos falsos de chalecos amarillos gravemente heridos por la policía. Gran parte de las informaciones transmitidas por esas cuentas provienen de medios de prensa rusos, como RT, Sputnik y Ruptly, agencia de video basada en Alemania que pertenece a RT.