CARACAS. El gobierno aseguró haber desbaratado un golpe de Estado que incluía el asesinato del presidente Nicolás Maduro y la proclamación de un general retirado como mandatario.
"Estuvimos en todas las reuniones para planificar el golpe de Estado, estuvimos en todas las conferencias", dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, al indicar que hubo infiltrados en el complot, que involucraba a oficiales activos y en retiro y debía ejecutarse entre el domingo y el lunes pasados.
Al menos seis de los involucrados están detenidos, añadió en una alocución televisiva, y presentó el testimonio de uno de ellos -el teniente Carlos Saavedra- y grabaciones de videoconferencias en las que se diseñó la supuesta intentona.
Cuatro de los militares fueron arrestados el pasado viernes, según había denunciado el martes el líder opositor Juan Guaidó, sin detallar las razones. Junto con ellos, Guaidó mencionó a otro militar y dos comisarios de la policía científica.
De acuerdo con lo dicho por el ministro, el testimonio de Saavedra y las conferencias, el plan incluía la toma de tres destacamentos -como la base aérea de La Carlota en Caracas- y la fuga de prisión del exgeneral Raúl Baduel para proclamarlo presidente del país.
Baduel fue ministro de Defensa del fallecido exgobernante Hugo Chávez (1999- 2013) y fue degradado por Maduro en 2018 junto con el general Antonio Rivero, quien según el gobierno vive en República Dominicana y lideraba la conspiración.
Sostuvo que los gobiernos de Colombia, Chile y Estados Unidos estaban envueltos en el plan, que según dijo preveía trasladar a Baduel en helicóptero a territorio colombiano en caso de que fallara la estrategia.
Además, Rodríguez acusó a su exjefe de inteligencia, Cristopher Figuera, quien se encuentra en Estados Unidos, de haber cobrado "cientos de miles de dólares" por apoyar un fracasado levantamiento militar contra Maduro en abril.
Figuera "resultó ser un mercenario. No fue que él liberó a Leopoldo López, fue que cobró cientos de miles de dólares para liberar" al opositor de su arresto domiciliario, dijo el ministro, luego de que el exjefe de inteligencia acusara a Maduro de liderar una "empresa criminal".
En respuesta, Guaidó desestimó la denuncia al calificarla como "el cuento número N" del gobierno, y denunció que un grupo civil armado interceptó a parte de su equipo cuando se trasladaba en un vehículo por la principal autopista de Caracas para "secuestrar" a su personal.
Afirmó que el grupo advertía a su equipo que se lo llevaría a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas.