Venezuela. Desde peluquerías a comercios permanecían cerrados en algunas ciudades de Venezuela a la espera de una eliminación de cinco ceros a la moneda, una medida que despierta temor e incertidumbre y será precedida por la suspensión de los pagos electrónicos por unas horas de mañana.
A la espera de la entrada en vigencia del nuevo cono monetario muchos salieron a comprar comida hasta donde el bolsillo aguantó. La reconversión monetaria entrará en vigencia este lunes 20 de agosto bajo una severa escasez de efectivo y en un país que vive su primera hiperinflación desde octubre del 2017.
Sin billetes suficientes, en la nación petrolera colapsan a menudo los sistemas de pago de los bancos, que han visto multiplicar los montos en bolívares de las transferencias.
La razón oficial para la reconversión es tratar de combatir la recesión y los elevados precios, pero analistas han dicho que las medidas son insuficientes para cortar la espiral inflacionaria.
Por orden del Gobierno las clínicas deberán recibir las emergencias sin procesar los pagos, agregó el ministro. La banca solicitó cerrar sus oficinas comerciales el viernes y el Gobierno también decretó el lunes como día no laborable.
La compañía telefónica estatal ajustó sus tarifas hace dos semanas, El servicio eléctrico, tarifas de transporte y otros servicios incrementarán sus precios hasta un 150%. En el caso de la gasolina, la petrolera estatal vende a máximo 6 bolívares el litro, por lo que un tanque de gasolina de 40 litros cuesta menos del billete de menor denominación que circula actualmente: el de mil bolívares.
En medio del nerviosismo, el dólar negro, que domina la economía, sigue fuera de control. Su cotización está alrededor de los siete millones de bolívares por dólar, 28 veces mayor a la tasa oficial. Hace una semana se ubicaba en 3.5 millones.
Los venezolanos no olvidan los retrasos en la distribución de los billetes salientes, lanzados en diciembre de 2016, con protestas que dejaron cuatro muertos y centenares de comercios saqueados.
Por otro lado, el ministro de Transporte de Venezuela, Hipólito Abreu, informó que el censo de vehículos, con el que el Gobierno busca limitar la venta subsidiada de la gasolina, superó los dos millones de registros en su última jornada.
Explicó que estos datos permitirán trazar "los mecanismos para reducir y anular el contrabando de extracción" de gasolina, que se trafica en gran medida hacia el vecino Colombia donde es 700 veces más costoso que en Venezuela llenar los tanques de autos medianos.
Maduro advirtió que el subsidio estatal a la gasolina nacional, considerada la más barata del mundo, se mantendrá sólo para quienes registren sus datos en el Censo de Transporte, que la oposición califica como una medida de control social y político.