Ante miles de venezolanos agobiados por la falta de agua y comida por un apagón que entra en su sexto día, el opositor Juan Guaidó prometió este martes que Venezuela sadrá "de la penumbra" y tomará el poder que, asegura, "usurpa" el presidente Nicolás Maduro.
"Con valor y con fuerza les pido que confíen en ustedes, que Venezuela va a salir de la penumbra, que el cese de la usurpación está muy cerca", expresó Guaidó, ante unos 2.000 seguidores que se congregaron en una avenida del este de Caracas.
Reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos, el jefe parlamentario responsabilizó a Maduro del monumental apagón que empezó el jueves.
"Necesitamos una oficina donde trabajar, así que muy pronto (...) vamos a ir a buscar mi oficina que es allá en Miraflores", manifestó, refiéndose al palacio presidencial, entre la ovación de sus seguidores.
Al caer la tarde, subido en una camioneta, el opositor de 35 años dio breves discursos haciendo escala en varias puntos de Caracas donde se concentraron cientos de seguidores.
La emergencia, el peor corte de electricidad que ha afectado a casi todo el país de 30 millones de habitantes, comenzó la tarde del jueves. El gobierno dijo que la luz se restableció en "casi en todo el país", pero aún hay zonas del oriente sin electricidad.
"Estamos hartos de esta tragedia"
El apagón colapsó el suministro de agua, porque las bombas de los tanques requieren energía, dañó alimentos, paralizó el comercio y el transporte, provocó largas filas en las gasolineras, interrumpió las comunicaciones y afectó seriamente la operación de hospitales.
El gobierno empezó la distribución de comida, agua y asistencia a hospitales, donde, según Guaidó, murieron una veintena de personas, mientras que la ONG Codevida dice que fallecieron 15 enfermos renales por falta de diálisis. El gobierno afirma que no hay víctimas.
"Ya estamos hartos de esta tragedia. Días sin luz y ahora es el agua", declaró a AFP Esmeralda Sánchez, tocando una cacerola en La Urbina, en el este de Caracas. Con el apagón perdió "un pollo completo, carne y vegetales", se lamenta.
Algunos saqueos se registraron en la petrolera ciudad de Maracaibo (noroeste) y aisladamente en Caracas. El pasado fin de semana, la AFP observó un grupo de civiles armados en motos en el este capitalino.
"Oí un concierto de disparos. Saquearon una panadería y luego en otro local robaron cauchos (llantas). Temprano, vi gente en cola por un kilo de arroz. Mucha tensión", dijo a la AFP Alberto Barboza, de 26 años, en Maracaibo.
En Caracas, en la desesperación, decenas de personas bajaron al canal del contaminado río Guaire para recoger agua en una bocatoma ubicada a un costado.
Algunos han tenido que pagar en dólares el agua o la comida, porque no hay efectivo ni datáfonos para las compras electrónicas por el apagón. Las comunicaciones siguen inestables en algunas zonas.
El gobierno extendió hasta el miércoles la suspensión de la jornada laboral y estudiantil que había ordenado el jueves.
"Él es el responsable"
La crispación también afecta a la prensa. Vinculado por el oficialismo con el supuesto sabotaje que provocó el apagón, el periodista Luis Carlos Díaz fue detenido en Caracas por agentes de inteligencia, según su familia.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que una misión que envió a Caracas pidió "acceso urgente" al periodista.
Tras reunirse el lunes con el canciller Jorge Arreaza, la delegación de la ONU se encontró con Guaidó, quien presidió una sesión en el Congreso de mayoría opositora sobre la "grave" situación de derechos humanos.
Maduro atribuye el apagón a un "ataque cibernético" contra la hidroeléctrica El Guri (en el estado de Bolívar, en el sur del país) por parte de Estados Unidos y la oposición, que a su vez atribuye la crisis a la "negligencia y corrupción" del gobierno. La represa está militarizada.
La Fiscalía, de línea oficialista, abrió una investigación contra Guaidó al implicarlo en el "sabotaje". "Salieron a decir que somos culpables del supuesto sabotaje, cuando todo el mundo sabe quién es el saboteador", reaccionó Guaidó.
"Él (Maduro) es el responsable de la tragedia que vive nuestro país (...) Siguen las amenazas de cárcel en mi contra (...) pero eso no nos va a hacer retroceder", añadió.
"Estrategia de invasión"
Guaidó decretó el lunes estado de "alarma nacional" por 30 días, para pedir ayuda internacional en la superación de la crisis. España ofreció ayuda para solventar un sistema eléctrico "muy deteriorado".
Pero la aplicación del decreto es poco probable, pues Maduro cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada y, salvo el Congreso, controla todas las instituciones.
Maduro afirma que detrás del apagón se esconde una estrategia de Guaidó para reactivar el ingreso de "ayuda humanitaria" de Estados Unidos que fracasó el 23 de febrero, y justificar una invasión de Washington.
Estados Unidos no cesa la presión y advirtió que "muy pronto" habrá "importantes" sanciones contra instituciones financieras vinculadas al gobierno de Caracas.
Washington anunció que, ante el deterioro de la situación, retirará a su personal en la embajada en Caracas, pero Venezuela dijo que pidió su salida a más tardar el miércoles, al fracasar negociaciones para instaurar oficinas de intereses tras la ruptura de relaciones en enero.