El gobierno y la oposición de Venezuela volverán a medirse hoy en las elecciones de gobernadores, en un país golpeado por cuatro meses de violentas protestas y hundido en una severa crisis económica y política, sin que se vea aún una posible solución.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció que el 95% de las mesas electorales ya se encuentran instaladas de cara a las elecciones regionales previstas para este día.
Unos 18 millones de venezolanos están llamados a elegir a las máximas autoridades de los 23 estados del país, entre denuncias de irregularidades y la frustración de muchos que exigieron en las calles comicios generales, con la expectativa de sacar al presidente Nicolás Maduro del poder.
El cierre y la nueva ubicación a kilómetros de distancia de casi 300 centros electorales para dificultar el voto a más de 700 mil ciudadanos en zonas opositoras han provocado la reacción en las filas del antichavismo, justo el efecto contrario al buscado por la revolución.
Ante esta situación, los opositores a Maduro están creando grupos en las redes sociales para organizar la logística del transporte.
“Cambiaron mi centro de votación y lograron que se organice un mecanismo de traslado de votantes que, sin duda, permitirá mayor afluencia”, afirmó la analista internacional Giovanna de Michele.
“La apuesta es que el pueblo no vote. Si había razones para votar, ahora hay más. Lo que queda en evidencia es que si tenemos el despliegue y la gente participa, Tibisay Lucena “no podrá quitarnos lo que es de nosotros”, señaló Henrique Capriles, gobernador de Miranda inhabilitado por el gobierno.
Según el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, debido a una “obsesión enfermiza” del gobierno de Nicolás Maduro, este estado fue el más afectado con la reubicación de los centros electorales.
Las triquiñuelas del oficialismo forman parte de todas las campañas electorales, pero en esta ocasión el poder revolucionario está extremando su ingenio para empujar a la abstención de quienes lo combaten.
Pese a ello, los llamados se siguen sumando para animar el voto, aunque sea a regañadientes.
Además de las trampas ya conocidas, se recibieron las primeras denuncias de testigos de mesa de la oposición, a quienes les estaban impidiendo oficializar su presencia en los centros electorales.
El chavismo cuenta ahora con 20 de las 23 gobernaciones, pero los sondeos vaticinan que la MUD les puede arrebatar de 13 a 18 estados si se alcanza el 65% de voto nacional.