No, no es el paradero de Indios Verdes en la Ciudad de México, ¡es Venecia! y aunque la ciudad de Italia sea conocida por sus canales y románticos puentes, la ciudad se ha convertido en una piscina, debido a las fuertes lluvias que azotan el país, convirtiéndose en la peor inundación italiana de los últimos 10 años.
El jefe de Protección Civil de Italia, Angelo Borrelli, informó hoy de que desde el punto de vista meteorológico "ha sido una tormenta perfecta" la que ha sufrido el país y subrayó que hay numerosos heridos, algunos ingresados en centros médicos, después de que se hayan caído numerosos árboles en distintas zonas del país.
Doce personas han muerto en las últimas horas como consecuencia de los fuertes vientos y las intensas lluvias, que han provocado además cuantiosos daños materiales en diversas partes del país y han dejado imágenes como las de una Venecia totalmente inundada.
Aquí te dejamos el antes y el después. ¡Impresionanti!
Varias regiones del norte del país siguen en alerta por las lluvias torrenciales, que se espera que continúen en las próximas horas.
La región del Veneto, la marea llegó el lunes a subir hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar -el máximo desde 2008-, lo que ha provocado la conocida como "agua alta", la inundación de sus calles y de la Plaza de San Marcos.
La ciudad de los canales está totalmente sumergida en agua y se han tenido que interrumpir el transporte marítimo en la zona del gran canal.Este martes, el nivel del agua ha bajado ligeramente pero no lo suficiente y la ciudad sigue inundada.
Las fuertes lluvias además han dañado dos tapices del artista español Joan Mirò, de un valor de medio millón de euros cada uno, que se encontraban en el Palazzo Zaguri a la espera de formar parte de una exposición que abrirá sus puertas el 1 de noviembre.
Los tapices estaban en el interior del palacio y se han mojado después de que el agua se desbordara por las tuberías de los inodoros tras las tormentas.
Pero además, en la Basílica de San Marco, el agua ha mojado varios metros cuadrados de un mosaico milenario situado en el suelo y en el que ahora las autoridades deberán realizar las comprobaciones necesarias para ver si ha sufrido daños.
Además, en Nápoles y en Roma se han producido numerosos destrozos como consecuencia de la caída de ramas y árboles, que han obligado al cierre de las calles y carreteras como medida de precaución.