La región sureste de Estados Unidos, que incluye los estados de Georgia y Alabama, está bajo alerta tras el paso de al menos una docena de tornados que han causado estragos en el área, así como la muerte de al menos siete personas, entre ellas una niña.
El panorama no es nada alentador para esta región estadounidense porque el Servicio Meteorológico Nacional informó de 45 posibles tornados en el transcurso del viernes.
En videos e imágenes compartidas en redes sociales, se puede ver el desastre que dejó el tornado a su paso: casas destrozadas, árboles caídos y las calles repletas de escombros.
Seis personas murieron a causa de este fenómeno natural en el condado de Autauga, en el centro de Alabama, informó el subdirector de servicios de emergencia, Gary Weaver.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, declaró el estado de emergencia en este y otros cinco condados, y señaló en Twitter que varias partes del estado se vieron sacudidas por este peligroso fenómeno meteorológico.
La ciudad de Selma, en el condado de Dallas, un lugar clave en el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960, también está en estado de emergencia tras sufrir "importantes daños", según la alcaldía, que pidió a los habitantes evitar desplazarse y mantenerse alejados de las líneas eléctricas caídas.
El fenómeno continuó su rumbo hacia el este para barrer el estado aledaño de Georgia, donde una niña de seis años murió a causa de la caída de un árbol. "Toda nuestra familia está desconsolada por esta tragedia", tuiteó el gobernador del estado, Brian Kemp.
Gran parte del sureste del país, incluyendo los estados de Georgia, Alabama, y parte de Tennessee y Carolina del Norte, se encuentran bajo una alerta por tormentas que afecta a 35 millones de personas, de acuerdo con el Servicio Nacional Meteorológico.
Los tornados, fenómenos meteorológicos impresionantes y difíciles de prever, son relativamente comunes en Estados Unidos, en particular en el centro y el sur del país.
A finales de noviembre, 36 tornados mataron a dos personas en Alabama.