PARIS, Francia – El principal líder de la oposición rusa, Alexei Navalny, de 41 años, fue detenido ayer por la policía durante una protesta en pleno centro Moscú, mientras que miles de sus partidarios manifestaban en todo el país para denunciar la “estafa” de la próxima elección presidencial del 18 de marzo.
En total, 257 personas fueron arrestadas en las protestas efectuadas en 118 ciudades a través de todo el país, según la ONG rusa OVD-Info.
La detención de Navalny se produjo en la calle Tverskaia, donde fue inmovilizado por una docena de policías y conducido hasta un vehículo de las fuerzas del orden con vidrios oscuros.
“Acaban de arrestarme. No tiene ninguna importancia. Vengan a la calle Tverskaia. No vienen por mí, sino por ustedes y por vuestro futuro”, escribió pocos minutos después en su cuenta Twitter.
Simultáneamente, la policía irrumpió brutalmente en los locales de la sede central del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), de Moscú, donde funciona el cuartel general del líder opositor, y comenzó a interrogar a las personas que se encontraban en el edificio.
El operativo fue transmitido en directo por dos periodistas del programa del canal de YouTube Navalny. La irrupción se produjo poco antes de la protesta, convocada para las 2 de la tarde. La alcaldía de Moscú, que había prohibido la manifestación, anunció que emprenderá medidas judiciales contra el líder opositor.
De todos modos, la marcha se realizó sin su líder y reunió unas 4.000 personas, según los organizadores. La policía calculó que la participación había sido de mil personas. La protesta concluyó a las 5 de la tarde sin mayores incidentes.
El extravagante líder del Partido Liberal Democrático (LDPR), Vladimir Zhirinovsky, de extrema derecha, realizó una inesperada aparición en la manifestación e incluso pronunció un discurso.
En San Petersburgo, más de mil personas corearon consignas hostiles al presidente Vladimir Putin en medio de un impresionante dispositivo policial.
Algunas de las protestas, sobre todo en las regiones siberianas, se realizaron con temperaturas de -45°C.
Navalny fue detenido tres veces en 2017 por haber organizado manifestaciones no autorizadas. Su candidatura a la elección presidencial de marzo fue impugnada por la justicia, invocando una condena penal que —a su juicio— fue orquestada por el Kremlin.
En razón de su ausencia a la confrontación electoral, apeló a boicotear las urnas por tratarse, argumentó, de un ardid para “reelegir a Putin”.