Un año después de que China comunicó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección de una rara neumonía en Wuhan, la cual más tarde fue nombrada Covid-19, los habitantes de la ciudad realizan su vida casi con normalidad, pues decidieron dejar atrás la sana distancia y celebrar la llegada del 2021 con un espectáculo público.
Wuhan dio la bienvenida al Año Nuevo sin muchas restricciones sanitarias, ya que algunas de las personas que se congregaron para lanzar globos al aire no portaban cubrebocas.
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En el barrio de Luxiang, donde se ubican varias facultades como la de Ciencia y Tecnología, unas 300 personas llenaron la sala Vox para escuchar al musical "Happy Wheel".
"No hay casos ya en Wuhan, no hace falta (usar el cubrebocas). Pero mucha gente lo lleva por precaución, porque si algo nos ha enseñado el virus es que no te puedes confiar. En Wuhan no queremos volver a meter la pata", dice Xue, uno de los jóvenes que asistieron al concierto previo a los festejos por el 2021.
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La ciudad celebró la llegada del 2021 con globos de helio, además fueron proyectadas luces de colores en los edificios que se encuentran junto al río Yangtsé.
"Un año infernal"
En Wuhan, donde comenzó la pandemia que todavía asola al mundo, a muchos les pesa recordar cómo afectó la propagación de Covid-19 en sus inicios o el confinamiento completo de la ciudad a finales de enero que se alargó durante 11 semanas.
Según sus habitantes, era la única medida posible para evitar que el Covid-19 continuara haciendo estragos, pero no olvidan la confusión de los primeros días, cuando apenas había suministro de alimentos y material sanitario.
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"No había cubrebocas, no había comida. No se podía comprar en ningún sitio y lo único que teníamos era ansiedad. Y miedo. Del virus, de que lo tuviera el vecino, de que se nos ocultaran cosas. De todo, en definitiva. Fue extremadamente difícil al principio", comenta Miranda - pseudónimo -, una profesora china de inglés.
Otros residentes como Chu Jing, administrativa, prefiere mirar hacia adelante y resalta que las autoridades locales ya están vacunando contra el Covid-19, aunque de momento sólo entre grupos considerados de riesgo.
"Está disponible en algunas clínicas de varios distritos. Pero no todo el mundo se puede vacunar, sólo gente entre 18 y 59 años de los llamados grupos de riesgo, con lo que de momento mis padres no se van a poder vacunar, que es lo que yo quería", explica.
Aunque la ciudad no detecta positivos por contagio local desde mediados de mayo, Jing teme los "casos importados", es decir, aquellos llegados desde el exterior. En los últimos tres meses, se detectaron en Wuhan 43 casos de este tipo, 10 confirmados y 33 asintomáticos.
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Otro habitante critica, de manera anónima, la narrativa planteada por la prensa oficial de que el brote inicial de la pandemia podría haber estado relacionado con las importaciones de alimentos congelados o haber surgido antes en otros países: "No me creo nada. Quieren desviar la atención, nada más".
"Puede ser que el origen del coronavirus esté en otra parte, pero de que comenzara a propagarse de manera masiva en el mercado de Huanan no tengo ninguna duda", dice.
Al margen del mencionado confinamiento, Wuhan consiguió revertir la situación gracias a la llegada de material y personal desde otras provincias chinas, las fuertes medidas de prevención o la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a recibir pacientes en febrero.
|| Con información de EFE ||