San Cristóbal de Las Casas, Chis.- El sacerdote tzotzilSebastián López López, afirma que durante la comida quecompartirá con el Papa Francisco, le pedirá que tenga presente ensus oraciones a todas las mujeres, no sólo las indígenas, paraque se les considere por igual en esta sociedad, y que se les ayudea salir adelante.
Sentado sobre la base de cemento de una gran cruz que seencuentra en la explanada de la Catedral de San Cristóbal de LasCasas, Chiapas, lugar que pisará el Obispo de Roma el próximo 15de febrero, señala que si el Papa lo permite, le solicitará queen sus oraciones pida “por las mujeres indígenas que sufrenmucho y no se les permite tener voz, no se les deja participar,pero con fe esto puede cambiar”.
Cruza sus manos y las aprieta suavemente, emocionado y con unespañol como segunda lengua, comenta a Notimex que las peticionesque trae de su pueblo son muchas, y que ha pensado en hacer unescrito para entregárselo a Su Santidad, pero la más importantees que las mujeres sean escuchadas.
También es necesario que el Papa Francisco pida en susoraciones que acabe la pobreza entre los indígenas, y que su fepermita erradicar los problemas de alcoholismo en la población,afirma.
Sebastián López López es uno de los ocho religiosos quecomerá con Jorge Mario Bergoglio en la parte alta de la Curia, esoriginado de El Bosque, y párroco de Chalchihuitan. “Ese día mepresentará con un traje tradicional, y muy especial, querepresenta la cultura de mi pueblo”, exclama.
Sin dejar de mostrar su emoción por haber sido elegido paracomer con el Papa Francisco, señala que tomó la vocaciónreligiosa desde muy pequeño, al ver la frustración de su pueblocuando no llegó el sacerdote que oficiaría una misa para niñosque harían su Primera Comunión, otros que iban a ser bautizados oconfirmados y matrimonios que se iba a celebrar ese día.
"Todo el pueblo estaba de fiesta porque el Padre iba a venir allevar a cabo varias ceremonias religiosas, pero no llegó porqueempezó a llover muy fuerte, ya no pudo pasar y se hizo de noche yla gente se regresó a sus casas muy triste", recuerda.
En ese momento empecé a reflexionar y tomé la decisión deoptar por la vocación sacerdotal. "Empecé desde acólito hastaque el 2 de diciembre me ordenaron sacerdote".
A diferencia de otros curas de las ciudad, Sebastián LópezLópez viste modestamente, y en su desgastados zapatos está lahuella de los caminos que tiene que recorrer para llegar a otraspoblaciones, sin embargo, no deja de mostrar su orgullo de ser unsacerdote y ante todo, ser un elegido para compartir la mesa con elPapa Francisco.
“Gracias a Dios saqué un buen promedio en filosofía, ocho, yen teología nueve”, exclama, y agrega fue el Obispo FelipeArizmendi quien le dijo que me fuera a estudiar, “y me envió aTexcoco en el estado de México, donde me preparé para apoyar amis hermanos indígenas”.
Antes la Iglesia nos tenía abandonados, ahora ya no, en lascomunidades tzotzil, tzeltal, tojolabal y zoque, “ya hay sietesacerdotes que nos dedicamos a atenderlas”, destaca conalegría.
En mi parroquia, explica, la misa completa se dice en tzotzil, yrecuerda que cuando recibió la noticia de que estaría en la mesacomiendo con el Obispo de Roma, su pueblo inmediatamente empezó asolicitarle que le hiciera llegar su agradecimiento, por tomar ladecisión de estar con los indígenas.
De pronto, su mirada se pierde hacia la Catedral, y tratando deser lo más explícito en sus comentarios, subraya que la reunióncon el Papa Francisco será el momento para solicitarle que en susoraciones pida por las mujeres.
Voltea lentamente y fija sus ojos en dos mujeres indígenas quecargan ropa hecha por ellas mismas, y que venden en la explanada dela catedral.
Con la llegada de sacerdotes indígenas, “estoy seguro que seva a atender más a nuestras comunidades y que la realidad va acambiar, porque el Papa Francisco va a orar porque nuestra fe seamás grande, para terminar con nuestros problemas”, confía ymira lentamente hacia el cielo. ||Notimex||
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