IRAPUATO, Gto. De los 53 mil 764 repatriados que ha habido durante el primer trimestre de 2018, 40.5% se dedicarán a actividades rurales.
Así lo informa el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados, que indica que 305 de los mexicanos deportados de Estados Unidos regresan para integrarse a actividades agrícolas en las zonas de donde son originarios.
La mayoría de las personas que han sido repatriadas son originarias de estados como Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí, zonas también con una alta productividad agrícola.
“La mayoría de los que regresan son gente de zonas rurales y se integran al campo, tenemos el caso de Guanajuato, donde un 40% se queda en el campo, pero vemos un fenómeno nuevo, donde otros que están regresando están buscando en las empresas extranjeras una oportunidad laboral, pero seguimos viendo que es en la zona rural en donde se está quedando la gente que fue regresada de Estados Unidos”, dijo en entrevista Rafael García del Horno, dirigente de la Confederación Nacional Campesina de Guanajuato.
El estudio denominado “Política de atención a migrantes mexicanos de retorno de Estados Unidos de América”, que está en la Cámara de Diputados, indica que debido a esta situación de repatriaciones el Gobierno Mexicano tiene el reto de impulsar más proyectos productivos, educativos y de salud hasta las zonas rurales, pues se prevé un aumento en el número de repatriados en los próximos dos años.
Por ejemplo, las cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación indican que de enero a marzo fueron repatriados 53 mil 764 mexicanos provenientes de Estados Unidos, cifra mayor a la registrada en el primer trimestre de 2017, donde hubo 38 mil 451 repatriados.
El estudio de la Cámara de Diputados indica que la mayoría han decidido regresar por iniciativa propia, por temor a las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
“Y nuestra gente se fue de aquí siendo campesina, trabajó allá como campesinos y regresan para ser campesinos, aunque el entorno del campo mexicano cada vez es más incierto, cada vez más están vendiendo sus tierras a empresas extranjeras para que se expandan, porque se está dejando morir al campo.
“El campo mexicano tiene vida todavía como para 20 años, así como está de moribundo; después, quién sabe qué suceda, por eso debe regresar una política de apoyo al campo mexicano para impulsar el desarrollo de la agricultura, pues hay mucha gente que aún se dedica a esto, aunque sólo le alcance para apenas sobrevivir”, dijo el líder de la CNC en Guanajuato.