Anexo de Guanajuato donde ocurrió masacre luce como casa fantasma

La puerta entre abierta de la habitación donde asesinaron a 27 personas, polvo y flores marchitas es lo que queda del anexo de Arandas en Irapuato

Karla Aguilera | El Sol de Irapuato

  · miércoles 8 de julio de 2020

La puerta de la habitación de arriba sigue entre abierta, incluso alguien pegó una imagen de la Virgen en la ventana. / Fotos: Ricardo Sánchez | El Sol de Irrapuato

La puerta entre abierta de la habitación donde asesinaron a 27 personas, polvo y flores marchitas es lo que queda del anexo de Arandas en Irapuato, a una semana de que sucedió el ataque armado en el lugar.

Fue un miércoles primero de julio, cuando decenas de familias estaban recibiendo las dolorosas noticias de que hombres armados ingresaron al anexo en el que sus hijos, hermanos y papás buscaban recuperarse de sus adicciones; sin embargo, fueron obligados a tirarse al suelo para ser asesinados.

Tras una difícil semana para cada familia, en horas de espera para recibir el cuerpo de su familiar y hacer los preparativos fúnebres para darles una adecuada despedida, los funerales en las calles de la comunidad Arandas y colonias como Galaxia el Naranjal fueron concluidos.

Mientras que la casa de dos pisos, donde vivían los internos para recuperarse de las drogas, ahora está abandonada, después de estar durante días rodeada de reporteros y medios de comunicación internacionales.

Sus pisos están siendo cubiertos por el polvo, pues las ventanas de ambas plantas no han sido cerradas desde el día del ataque, incluso la puerta del cuarto de arriba todavía permanece entre abierta, mientras que las cintas amarillas que fueron colocadas ahora están en el suelo.

Incluso, Boris y Milo, los dos perritos que vivían en el lugar y saludaban entusiasmados a todo aquel que se acercaba a curiosear en la fachada de la vivienda, ya no se encuentran; pues quizá alguna persona los pudo haber adoptado y por fin darles un hogar.

Ahora sólo quedan afuera del anexo las flores secas y marchitas que fueron dejadas para las víctimas; sin embargo, éstas fueron regadas por el viento y la lluvia de los últimos días, quedándose aplastadas y sucias entre la tierra de la calle, mientras que alguien colgó la garra con agua donde estaban estas flores en uno de los extremos del barandal del lugar.

En el barandal del lugar, fueron pegadas imágenes de la Virgen de Guadalupe junto con algunas oraciones, para darle paz al lugar luego del terrible hecho, pero además, una misma calcomanía de la Virgen fue pegada en la venta del cuarto de arriba, sitio donde fueron asesinadas las personas.

A pesar de que ya nadie habita el centro de rehabilitación por el ataque armado, los elementos de seguridad siguen realizando rondines en la zona, pues se pudo observar patrullar a elementos de la Guardia Nacional sobre la calle donde está el anexo y sus alrededores.


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