MORELIA. Habitantes de Urapicho, municipio de Paracho, se levantaron en armas de manera temporal luego del asesinato de una padre y su hijo el pasado sábado, situación que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, rechazó y calificó de “chismes”.
Sin embargo, El Sol de Morelia confirmó con personal del ayuntamiento de Paracho y las propias autoridades de la comunidad que este alzamiento en armas “temporal” derivó en una mesa de diálogo con comuneros para conciliar acuerdos.
En su rueda de prensa semanal, Aureoles Conejo explicó que el supuesto levantamiento en armas de los habitantes de Urapicho ante el hartazgo por el hostigamiento de células criminales, se trató en realidad de una protesta por la detención de un elemento de seguridad municipal, detenido por su presunta responsabilidad en la comisión de ilícitos graves.
“Fueron los familiares de una persona que fue requerida por la Fiscalía, por tener pendiente una orden de aprehensión, en consecuencia ya será el juez el que determine su situación, que además era un policía en funciones (…) a pesar de todo el historial que tenía”, precisó Aureoles Conejo, al aclarar que tal hecho no tuvo ninguna relación con el asalto a una familia que circulaba sobre la carretera a Uruapan- Paracho y en la que perdieron la vida un menor de edad y su padre.
De ahí que Aureoles Conejo desconociera la supuesta retención del presidente municipal de Paracho, pese a las versiones que se manejaron, ya que según sus informes el edil únicamente se sentó a dialogar con el grupo de comuneros informes y posteriormente le solicitó al mandatario una reunión junto al fiscal general del Estado, Adrián López Solís, a fin de definir una ruta de seguridad para la demarcación y, a su vez, explique la situación legal del efectivo policial señalado.
El actual gobierno municipal de Paracho, encabezado por José Manuel Caballero Estrada, era uno de los que se rehusó a signar el acuerdo de coordinación de Seguridad con el gobierno del estado.
ACECHA CRIMEN A CAPACUARO
Desde hace algún tiempo, células del crimen organizado mantienen presencia en la comunidad indígena de Capacuaro, municipio de Uruapan, cuyos integrantes pudieran ser los responsables de una serie de delitos como la tala clandestina de árboles, el robo de vehículos y tráfico de drogas, admitió el gobernador Silvano Aureoles Conejo.
Lo anterior, derivado de la situación de inseguridad que se vivió en la Meseta Purépecha el pasado fin de semana, cuando sujetos, presuntamente originarios de dicha comunidad, interceptaran a una familia que viajaba sobre la carretera Uruapan- Paracho y asesinaran a un menor de siete años de edad y su padre.
El titular del Ejecutivo estatal reconoció la continua presencia de células delincuenciales que pudieran estar vinculadas al crimen organizado.