Durante la continuidad de la audiencia inicial de formulación de imputaciones en contra de Fernando N “El Tiburón”, el Juez de Control, Juan David Ramos Ruiz concedió a la Fiscalía General del Estado (FGE) la vinculación a proceso justificada del imputado, sosteniendo también, el delito de homicidio calificado en grado de tentativa agravado en contra un trabajador de Subway, por las agresiones de que fue víctima, luego de que la defensa solicitó la reconfiguración del delito a lesiones calificadas agravadas, al considerar que se rebasaban los parámetros de racionalidad.
Al término de la audiencia, que duró casi tres horas, en la que estuvo presente parte de la familia del imputado, se estableció un periodo de tres meses para la investigación complementaria, mismos que “El Tiburón” deberá pasar en prisión, por lo que su situación jurídica se resolverá en audiencia intermedia que tendrá lugar el próximo 11 de noviembre de 2023.
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La defensa alegó arraigo de “El Tiburón” en la capital, al ser padre de familia de una menor de 12 años quien, según se dijo en la audiencia, lo acompañaba el día de los hechos; también se dijo que es padre de un menor de 8 meses, que dependen de él al igual que su esposa y su madre; sin embargo el Juez no consideró prudente la solicitud de que la medida cautelar fuese quedar en libertad, firmar semanalmente y “no salir del país, del estado, ni de la ciudad, o del ámbito territorial que se le designara…”, puesto que ya había intentado evadir la justicia al menos una vez.
A consideración del juzgador, los 21 golpes que recibió el adolescente, pudieron causarle la muerte, de no detenerse el agresor, bajo la amenaza de que se acercaba la policía, y de no recibir atención médica especializada, ya que por su expertiz en artes marciales, Fernando N conocía las consecuencias de sus golpes, que fueron dirigidos en su mayoría a un punto sensible de funciones vitales de los humanos, según los dictámenes médicos, lo que causaría en algún momento la muerte del joven.
Además de la vinculación a proceso, el Juez Ramos le dictó como medida cautelar a Fernando N, la prisión preventiva justificada, ante el riesgo latente de que intente evadir la justicia, ya que hay el antecedente de haberse fugado y ocultado para evitar ser procesado, después de haber cometido el hecho por el cual se le señala.
A lo anterior, se suma que los litigadores de la Fiscalía General del Estado que llevan la causa pudieron comprobar que hubo falsedad de declaraciones en torno al domicilio real donde habitaba; de que en un principio se trasladó a San Felipe Guanajuato para evadir la justicia; y tiene familiares cercanos en Estados Unidos, donde ya habría estado de manera ilegal. No es su voluntad someterse a los requerimientos de una medida cautelar distinta, y “representa un riesgo para la víctima, su familia, testigos y sociedad en general”, comentaron los MP quienes también aseguraron al Juez que “El Tiburón” sí participaba en peleas clandestinas “vale todo”.
Vestido con un pants y playera deportivos en color gris claro, el imputado ingresó a la Sexta Sala de Audiencias, con un rostro sereno que no pudo ocultar el endurecimiento de facciones, conforme escuchaba las determinaciones del Juez; ya al final su inquietud y nerviosismo eran inocultables.
En una sala contigua de protección a testigos, Santiago, su madre y defensores estaban atentos al desarrollo de la audiencia de causa penal 996/2023, atendiendo los requerimientos del juez respecto de posturas e intervenciones.
Santiago, habría recibido 19 puñetazos en el rostro a la altura del cráneo y oído del lado derecho, en la espalda y dos golpes con el antebrazo en rostro, además de una patada en la pierna izquierda que se dijo en la audiencia, que de acuerdo con expertos solo suelen darla quienes conocen de artes marciales, golpes que en algún momento dejaron al adolescente aturdido e inconsciente, situación que fue admitida por la defensa del agresor.
En la audiencia el Juez determinó, que los golpes fueron encaminados a motivar la muerte de Santiago, de acuerdo con el contexto de los mismos y los peritajes médicos, sin embargo al detenerse, dio oportunidad de vida al joven.
En las diversas ocasiones en que se le preguntó al imputado si quería manifestar algo, éste apeló a su derecho de abstenerse de emitir declaración o comentario alguno.
Publicado originalmente en El Sol de San Luis