Policías de Jalisco temen por su vida; van 106 asesinados en 7 años

Atentados contra uniformados cada vez son más directos, los asesinan en sus hogares frente a familiares

El Occidental

  · domingo 23 de junio de 2019

El viernes atentaron contra cuatro agentes de la Fiscalía en sus casas o mientras circulaban en sus autos, dos murieron / CUARTOSCURO

GUADALAJARA.- Un total de 106 policías tanto municipales como estatales han sido asesinados en los últimos siete años, la gran mayoría en combate o víctimas de emboscadas, pero a últimas fechas -en una acción que preocupa- en ataques directos a sus personas, casi a las puertas de su casa, resultado de que los siguieron ó como lo aseguran los propios uniformados, “alguien los traicionó y los puso”.

Del 1 de enero del 2012 a la fecha, son 65 municipales y 41 estatales, en sucesos que “dan coraje, porque no se vale que por atacar la institución nos maten delante de nuestras esposas, atenten contra nuestros hijos”, dice la tropa.

Consideran algunos agentes investigadores entrevistados por El Occidental que en varios casos la honradez de los compañeros “es probada, vivían modestamente, incluso en puntos cercanos a zonas de riesgo, usted cree… Si los compañeros de Tlajomulco, no cree que si hubieran tenido dinero, mejor se cambian y se van de ahí”.

Pero las condiciones los empujan. “Sólo recibimos nuestro sueldo que nos alcanza para comprar una casita por Infonavit o después de muchos años de ahorrar, algunos tenemos un carrito, una camionetita para la esposa. Es todo lo que aspiramos, al menos a darle un techo y educación a los nuestros”.

DESQUITES DEL HAMPA

Los uniformados señalan que sólo realizan su trabajo, "pero la maña no lo comprende, ellos lo toman personal o a veces ni así, sólo por desquitarse”.

A ello atribuyen la premeditación, alevosía, ventaja e incluso saña, con la que la delincuencia les ha arrebatado la vida a varios compañeros, como en mayo los dos agentes en Etzatlán, del área de desaparecidos, caídos en funciones cuando realizaban una investigación”.

Lo que a muchos de ellos les preocupa es qué pasará con sus familias si hacen falta en el hogar. Ha calado en muchos de ellos la voz de la esposa del compañero caído el viernes, cuando pedía apoyo a sus compañeros por el radio y les anunciaba “me lo mataron” y anunciaba además, “mi hijo está herido”.