MONTERREY.- En Nuevo León la justicia es expedita e implacable,esta ocasión cayó sobre el indígena náhuatl Sergio AlbertoArellano Flores, quién robó tres desodorantes con valor de 129pesos lo que le valió que fuera internado en el penal del TopoChico.
Y porque no tiene un domicilio en esta ciudad se corría elriesgo de que escapara y evadiera la justicia, además de que dudade su verdadero nombre, una jueza de Control ordenó elencarcelamiento en el famoso y centro penitenciario.
El joven de 29 años originario de la Huasteca Potosina, quiénlava coches y que duerme bajo un paso a desnivel cometió el hurtoel martes pasado de una farmacia de Pino Suárez y Matamoros, en elcentro de la ciudad y al ser detenido por un guardia del lugar fuellevado a la cárcel municipal.
La jueza determinó que no había quedado probada la violencia,pero sí el robo aunque el guardia asegura que el detenido intentóagredirlo con unas tijeras.
Ahora fue llevado al penal del Topo Chico en espera del juicioque no tiene fecha establecida en tanto asegura que solamente roboun desodorante y no tres como ahora lo culpan los afectados.