El Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas, acompañado por los obispos de la Diócesis de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López Alfaro, así como por sacerdotes, diáconos, religiosas, catequistas y aproximadamente 500 feligreses, presidió la Misa de exequias del Padre Marcelo Pérez Pérez, asesinado este domingo.
La ceremonia se realizó en el parque central de San Andrés Larráinzar, junto al templo de San Andrés Apóstol. Se informó que mañana martes, el cuerpo del padre Marcelo será sepultado en la comunidad de Chichelalhó, municipio de San Andrés Larráinzar, en la región Altos de Chiapas. El cardenal recordó en su discurso que hace 22 años tuvo el honor de ordenar al padre Marcelo como sacerdote indígena.
Durante una conferencia de prensa posterior a la homilía, el cardenal Arizmendi destacó que Marcelo Pérez Pérez fue un sacerdote indígena muy comprometido con Dios y con su comunidad.
"Fue un sacerdote extraordinario, un regalo de Dios. Siempre buscó la paz y ayudó a los más necesitados", afirmó el cardenal.
Al ser interrogado sobre la inseguridad en Chiapas, Arizmendi Esquivel señaló que la problemática no se limita a la entidad, sino que es una realidad en todo México.
"En todas partes hay inseguridad, y lo estoy viviendo en carne propia. En mi pueblo, la ventaja, entre comillas, es que solo hay un cártel, mientras que aquí en Chiapas hay dos que están peleando el territorio. Los problemas de antes eran distintos; ahora el país está en una descomposición total", lamentó el cardenal. Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para que actúen de manera inteligente y desarmen a los grupos armados que operan en México, ya que la violencia está afectando a miles de ciudadanos en todo el país.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chiapas