El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, canceló su primer evento oficial debido a protestas de vecinos de Tijuana.
Jaime Bonilla tenía programado un evento con vecinos de Lomas de Rubí donde 100 familias resultaron afectadas por un derrumbe.
Los afectados serían reubicados en el fraccionamiento Verona de dicha ciudad, hecho que provocó que residentes del lugar se inconformaran y obligaran a la cancelación del evento.
Los manifestantes aseguraron que en el lugar sufren carencia de agua y pocas vialidades pavimentadas por lo que la instalación de más familias provocaría el colapso del fraccionamiento.
Al llegar el presidente municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, fue rechazado por un cúmulo de residentes que le exigieron al primer edil que se cancelara el evento de entrega, debido a que en esa zona constantemente tienen problemas con el abastecimiento de agua, además del congestionamiento vial que hay en esa zona de la ciudad.
El alcalde se comprometió a sostener una reunión con los 70 presidentes de las privadas del fraccionamiento, con el propósito de llegar a un acuerdo y escuchar sus peticiones.
"Con mucho gusto les voy a transparentar todos los documentos de la donación de este predio, para que vean que se trata de una donación que la constructora otorgó al municipio", declaró González Cruz.
Por su parte, una de las afectadas por los deslizamientos de tierra provocados por la constructora Grupo Melo en febrero del 2018, de nombre Atalia Ramos, calificó como una burla la cancelación del evento debido a que las autoridades de los tres niveles de gobierno no han solucionado la problemática.
Con información de El Sol de Tijuana.