MEXICALI. Para llevar a cabo la sesión de clausura de la XXII Legislatura, un centenar de elementos de la Policía Estatal Preventiva y de la Policía Ministerial arribaron a las inmediaciones del Congreso de Baja California para retirar a una veintena de manifestantes pertenecientes a las diversas resistencias civiles, quienes desde hace 18 días mantenían tomadas la sede del Poder Legislativo estatal como protesta ante la aprobación de la ampliación de dos a cinco años del periodo de gestión del próximo gobernador.
Entre empujones y forcejeos, los elementos policiacos lograron hacer a un lado a los manifestantes que se resistían a desalojar el acceso sur del edificio; sin embargo, la superioridad numérica y la fuerza bruta doblegaron la estoicidad de los ahí plantados.
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Los manifestantes permanecieron al límite, donde los policías crearon una barrera que serviría para que minutos más tarde, en un ambiente prácticamente blindado, media docena de camionetas tipo van ingresaran al estacionamiento del Congreso local transportando a los legisladores de las XXII y XXIII legislaturas, quienes fueron despedidos y recibidos, respectivamente, con gritos de traidores y corruptos.
El grupo de inconformes responsabilizó de los hechos violentos tanto al gobernador actual como al electo, asegurando que se han cometido atropellos en contra del pueblo, mientras lo único que ellos buscan, dijeron, es defender los derechos de la ciudadanía.
Hay que recordar que la toma de las instalaciones del Congreso se da tras la aprobación del cambio a los tiempos de la gubernatura, la cual los diputados salientes aprobaron pasar de los dos a los cinco años, por lo que fue a partir de ese momento y hasta ayer, 18 días, el periodo que el recinto permaneció tomado.