Activistas de Cancún se manifestaron esta mañana en pleno centro de esta ciudad, en donde colocando a figuras que representan al presidente Enrique Peña Nieto y a miembros de su gabinete con ropa de presidiario, acusados de violentar la Constitución, en el aniversario 101 de su promulgación.
El grupo de personas, afiliados a la Coordinadora de Padres, Madres y Tutores en Defensa de la Nación, se congregó en la confluencia de las avenidas Tulum y Cobá para exigir que se respete el contenido de la Carta Magna.
“Enrique N., traidor a la patria, uso indebido de recursos, tráfico de influencias, delincuencia organizada y crímenes de lesa humanidad” reza el cartel colocado debajo de la efigie del presidente. Junto a él colocaron figuras de “Luis N.”, “Humberto N.” y “Carlos N”.
Los manifestantes subrayaron que resulta incongruente las autoridades hoy encabecen la conmemoración de la Constitución, cuando en los hechos, son los titulares de los poderes de la Unión quienes la violentan y delinquen.
José Alberto Pech Tzec, a nombre de todos los manifestantes, recordó que los funcionarios del Poder Ejecutivo federal, de los gobiernos de los estados, protestaron “guardar y hacer guardar la Constitución y que en caso de no hacerlo, que la Nación se los demande”, por lo que estarían manifestándose para hacer efectivo la demanda de cumplir y hacer cumplir.
“No están cumpliendo y no sólo eso, nos están robando, saqueando, vendiendo nuestros recursos”, alegó. “Nosotros, la población, estamos cada vez más empobrecidos y ellos más ricos cada día”.
Indicó que de haber traído a todos los funcionarios responsables de violentar la constitución, no habría espacio en El Ceviche para ponerlos.
“Es inaudito ver cómo hace unos días detuvieron a un ex funcionario público que desvió más de 18 millones de pesos y le ponen una multa de 34 mil pesos, es una burla para el pueblo, no tienen progenitora”, dijo enardecido el entrevistado.
Aseguró que si realmente se recuperaran los montos de los recursos que muchos funcionarios y ex funcionarios han desviado se pagaría dos o hasta tres veces la deuda pública de México.