El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, anunció esta mañana que no interpondrá recursos legales sobre la presunta intervención del crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio.
Señaló que él no fue candidato ni es dirigente de ningún partido, por lo que sus denuncias solo son públicas y mediáticas. Además, reiteró que hará una gira estatal y nacional para reiterar que Michoacán corre el riesgo de convertirse en un narcoestado, y por ende, en 2024 se correría el riesgo para un escenario similar rumbo a la Presidencia de la República.
En conferencia de prensa, el mandatario reiteró lo dicho en medios de comunicación desde el miércoles, en el sentido de que la delincuencia intervino directamente en las elecciones donde resultó electo Alfredo Ramírez Bedolla, postulado por Morena.
Dijo que va a esperar a que las instancias electorales resuelvan la elección, pero en caso de que se refrende el triunfo morenista, no tiene la obligación de asistir a la toma de protesta.
No quiso responder a la carta de Jesús Reyna, quien asegura que Aureoles lo buscó para apoyar a Carlos Herrera Tello, candidato del Equipo por Michoacán. "No voy a responder a un exconvicto", señaló, al tiempo de insistir en que detrás de la operación electoral en complicidad con los grupos delictivos estuvo Leonel Godoy Rangel.
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Sobre los operativos policiales el día de las elecciones, aceptó que las supuestas actividades ilícitas los tomaron por sorpresa. "Nos descuidamos, no tomamos las medidas correspondientes. La sorpresa fue que en esa zona (Lázaro Cárdenas y Múgica) nos la aplicaron los delincuentes. Se han hecho algunas denuncias, pero la gente tiene miedo".
Finalmente, vaticinó que lo van a empezar a perseguir desde el poder federal "para intentar callar voces discordantes".