Chiapas.- El peor de los sismos resentidos en Chiapas en los últimos cien años se sintió el 7 de septiembre del año 2017 y cuyo epicentro se localizó en la bahía de Paredón del municipio de Tonalá, aún mantiene de brazos cruzados y sentados a los afectados que en su mayoría perdieron todo, muchos siguen durmiendo en galeras porque aún no se concluye la vivienda que se les prometió, en otros casos son “mini casas”, donde no cabe todos los integrantes de la familia.
Después de un año de la tragedia, el gobierno federal y del estado han dado por hecho, el tema de la reconstrucción de los daños provocados por el temblor, sin embargo la realidad es otra, cruda, triste y de mucha molestia para quienes perdieron todo, pero que de brazos cruzados aún esperan ser tomados en cuanta con la ayuda que se ofreció.
Víctor Jesús Zavala de los Santos, profesor jubilado, perdió con el temblor, una modesta casa de dos pisos que logró construir en la calle José Vasconcelos numero 18, de la bahía de paredón en el municipio de Tonalá Chiapas, después del sismo fue censado en reiteradas ocasiones sin embargo hasta la fecha no ha recibido un solo apoyo, decidió construir una casa en el mismo lugar con dinero que obtuvo de préstamos y la venta de algunos animales “ganado”, pero la dejó a medias porque no le alcanzo su escaso capital.
En esta misma comunidad son muchas las historias que siguen consternando, por ejemplo doña Martha López, de la tercera edad, actualmente vive sola, perdió toda su vivienda, únicamente entregaron una tarjeta con 15 mil pesos, cantidad que no le sirve ni para iniciar la construcción de un cuarto.