Paquetes de fotografías de jóvenes y menores de edad en poses sexuales o desnudas circulan en un grupo de WhatsApp denominado "Packs Zacatlán-Chignahuapan", el cual está conformado por 180 integrantes que intercambian contenidos a través de sus números de teléfonos celulares.
Entre quienes conforman el grupo de pornografía, habría también menores de edad. El grupo tiene 10 meses de su creación y en ese tiempo ninguna autoridad o padre de familia ha tomado cartas en el asunto.
La denuncia
La denuncia se hizo a través de diversos muros de Facebook. Una de las usuarias reveló una lista de 180 miembros. Ella tenía conocimiento del grupo desde hace ocho meses, pero jamás había podido tener evidencia de qué ocurría en esas conversaciones privadas en las que se intercambian fotos y videos de mujeres jóvenes.
Fue esta mujer quien, con ayuda de un hombre, pudo tomar captura a las conversaciones y los números telefónicos.
Aunque conoce a varias chicas de quienes intercambiaron imágenes pornográficas, no tiene contacto con ellas, y tras la publicación en redes sociales donde denunciaba este hecho no ha recibido amenazas, pero sí un par de mensajes extraños y demasiadas solicitudes de amistad, aparentemente de personas que forman parte del grupo, por lo que ya no contesta los mensajes.
Una víctima
A través de un intermediario El Sol de Puebla tuvo contacto con un testimonio que reveló la historia de una joven a quien sus compañeros la veían con un morbo especial. En un momento uno de ellos intentó besarla a la fuerza. No entendía las razones de esas acciones, sin embargo, pasaron varios días y uno de sus compañeros empezó con propuestas sexuales explícitas.
En algún momento le reveló que había fotografías y videos de ella que circulaban en un grupo de WhatsApp. Ante el acoso prefirió dejar la escuela. Además, la joven tuvo que requerir apoyo psicológico para evitar el suicidio, idea que constantemente venía a su mente luego de sentirse traicionada por su primer novio, con quien vivió su primera experiencia sexual.
Ese único encuentro fue motivo de la grabación, de la que ella solo tuvo conocimiento hasta que su compañero de escuela se lo reveló.
Ahora “tiene miedo porque al revivir el episodio se siente vulnerable; dejó ver que quiere dar la vuelta a esa parte de su historia”. Fue lo último que contestó el intermediario.
Los packs
El material se produce en casa, hoteles o lugares rentados por las parejas. Mayormente son grabados en teléfonos celulares. Corresponde a adolescentes enamoradas que envían ese material a sus novios con la creencia de que solamente es un asunto de pareja. También es producido cuando se dejan fotografiar o cumplen la fantasía sexual del novio.
Sin embargo, por causa de sus parejas o exparejas, de lo privado brincan a este u otros grupos, principalmente de Facebook y WhatsApp. Algunos lo comparten solamente por venganza; otros, por placer; otros más, por bullying (acoso escolar); y otros, solamente por la inconciencia o por un estatus de poder.
Según la consulta con algunas fuentes, no todas las veces se trata de parejas o exparejas, sino que puede tratarse de compañeras del salón de clases a quienes espían cuando van al baño o cuando muestran su ropa interior. También se puede tratar de hermanas o primas, vecinas o conocidas que son espiadas. Algunas veces solamente suben fotografías, videos u otro material que se encuentra en páginas pornográficas disponibles en la web.
El grupo lo componen únicamente hombres de entre 14 y 30 años. No todos son solteros. No todos necesitan compartir o intercambiar material para ser miembro, también pueden ser solamente espectadores. Basta la invitación de uno de los miembros para que el número celular sea agregado a la lista.
Al momento de la redacción de esta nota 180 forman parte de este grupo.
Curiosidad
Fue todo un reto convencer a un ex usuario para hablar del tema. Se garantizó total anonimato y solo sería una conversación, sin cámaras ni grabadoras. Dijo que cuando iba a la secundaria, hace dos años, supo por primera vez de este tipo de grupos. “Era curiosidad, me gustaba ver esos cuerpos sin ropa, muchas veces me toqué pensando en alguna de las chicas de la foto, casi todas era muy bonitas”, dijo sonrojado.
Algunos de sus compañeros lo veían como una travesura. Algo prohibido que llamaba la atención y que creían no tenía graves consecuencias. En las fantasías de adolescentes lo consideró solamente como parte de esos cambios que tenía de la adolescencia.
"No sabía que era delito, supe que estaba en un problema grave cuando mi papá encontró el celular con fotos de mis compañeras desnudas. Me dijo que eso era un problema muy grave que podría traer severas consecuencias. Sabía que era algo prohibido tener pornografía de menores de edad. Me quitó el celular y me mandó con el psicólogo”.
(…) Nunca supo que yo tenía más de dos años consumiendo este tipo de pornografía. En la preparatoria donde estoy se habla mucho de sexo y no se crean grupos especiales, pero sí entre amigos nos compartimos fotos de ver todo
A pregunta expresa sobre su conocimiento de las sanciones legales a los que podría haber sido acreedor cuando era consumidor de este tipo de material, el entrevistado dijo desconocerlo.
Cuando se le hizo saber que podría alcanzar entre seis y 12 años de prisión, así como una multa que podría rebasar los 5 mil días de salario mínimo, su expresión solamente fue de sorpresa y de incredulidad.
A sus 17 años no ha tenido parejas estables, solo encuentro sexuales casuales, aunque muy frecuentes. Calcula haber tenido relaciones con 8 o 9 chicas. Ninguna por más de dos meses. Solo ha tenido una novia y terminó esa relación hace poco más de un mes tras casi seis meses.
Piensa que la pornografía le hace estar muy excitado y muchas veces deseoso de encuentros sexuales, sin embargo, no cree que sea algo malo, como la mayoría de los integrantes que se encuentran en el citado grupo, lo cual es alarmante teniendo en cuenta la edad de los miembro mayores, pues consumen pornografía infantil y ellos sí no desconocen que sea un delito.