De dos frentes provino el ataque por parte de elementos del Ejército Mexicano contra la camioneta Silverado en la que viajaban los siete jóvenes en Nuevo Laredo, el pasado domingo, y donde murieron cinco de ellos, según informes de la carpeta de investigación de este multihomicidio.
Lo anterior lo dio a conocer el personal jurídico que acompaña a familiares de los cinco jóvenes asesinados, precisando que en relación con las heridas que tienen los cuerpos y consultas de la carpeta de investigación se ha definido que el ataque fue desde dos puntos.
“Tienen impactos en parte frontal y otros por la espalda, y uno de ellos un impacto de bala en la cabeza que pudo haber sido ocasionado de manera arbitraria porque no presenta más heridas”, dijo Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Con base en esta evidencia, sostuvo que se puede definir que murieron "a dos fuegos, uno por la parte frontal y otro por la espalda”.
Raymundo Ramos, quien se ha convertido prácticamente en vocero de las familias de las víctimas, dijo que las evidencias aportadas indican que los jóvenes permanecieron en la cabina y no huyen ni repeliendo una agresión.
“Todos estos elementos vienen a confirmar que no hay agresión a los militares -desde la camioneta Silverado-, no hay persecución, no hay enfrentamiento, ni evidencia que haya estado en riesgo la vida de los militares para que hayan disparado en más de 100 ocasiones”, refirió.
Destacó que al momento no se ha informado de disparos en unidades militares o de algún militar herido, “por lo tanto estamos ante una ejecución extrajudicial o masacre”.
Los cuerpos recibieron al menos 30 disparos
Información sobre la necropsia realizada a los jóvenes fallecidos indican que los cuerpos recibieron por lo menos 30 disparos.
El conductor tiene 12 impactos, uno de estos en la cabeza; el copiloto 10, en tórax y extremidades; el tercero 5 lesiones de proyectil, de las que 4 fueron en espalda; el cuarto dos impactos en pelvis y brazo y el quinto solo un balazo en la cabeza.
En tanto el lesionado que permanece hospitalizado presenta heridas en el tórax, y el séptimo ocupante resultó ileso.
El propio Alejandro Pérez, quien sobrevivió al hecho indicó en entrevistas a medios locales que “los militares llegaron y nos balacearon toda la troca, se bajaron tirando todo”.
Él se resguardó entre los asientos y al no escuchar más balazos se bajó y se puso de rodillas “cuando voltee a todos lados ya estaban todos muertos”, dijo.
Desestiman prueba de rodizonato
Los activistas han desestimado la prueba de balística de rodizonato que se aplicó a los cadáveres ya que aseguran que la pólvora encontrada es producto de las balas recibidas y no por detonar desde la camioneta.
“Esa prueba que realizan como parte de un procedimiento de investigación las autoridades del Ministerio Público determinan la presencia de pólvora en las manos o cuerpo de las personas y en sus ropas y digo de manera ingenua dan por hecho que esa prueba confirma que los jóvenes dispararon y no la presencia de pólvora en manos, cara, vestimenta de los jóvenes es el resultado de los disparos que recibieron”.
Explicó que “esos proyectiles a ser disparados a corta distancia, como el caso del joven que fue ejecutado de manera arbitraria, la pólvora baña los cuerpos, es la pólvora disparada por las armas de los militares, por lo tanto esa prueba no es determinante, no significa como falsamente lo están haciendo creer que los jóvenes hayan disparado”.