IRAPUATO. El consumo de agua aumentó 30 por ciento en Guanajuato durante 2020, en un año en que los mantos freáticos no pudieron recargarse como se esperaba porque no hubo lluvia suficiente.
Además la situación se complica, pues los organismos operadores de agua tienen que estar extrayendo el recurso a mayor profundidad. Aunque el promedio de extracción en los municipios de León, Irapuato, Salamanca y Celaya es de 200 a 400 metros de profundidad, hay zonas en que la extracción se hace hasta los 700 metros, lo cual implica destinar un gasto extra en el saneamiento de esa agua que viene con metales y contaminantes propios del subsuelo.
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Angélica Casillas Martínez, directora de la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG), explicó que otro problema con el que se toparon es que en algunas comunidades del estado aún no se cuenta con agua potable, por lo que tuvieron que apoyar con pipas para que pudieran aplicar las medidas sanitarias del lavado constante de manos para evitar la transmisión de la Covid-19.
Además, en León se extrae tres veces más agua que hace ocho años, según datos de su Sistema de Agua Potable y Alcantarillado. La última actualización sobre extracción data de 2012 e indica que la producción total de agua potable fue de 91.8 millones de metros cúbicos, para abastecer 168 mil 935 tomas; un año antes, extrajo 81.3 millones de metros cúbicos. La cobertura aumentó a 370 mil 933 tomas y hoy la red de distribución de agua potable es de cuatro mil 729 kilómetros de longitud para abastecer a 98.93 por ciento de la población.
Mientras que en Celaya, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Jumapa) ha tenido que realizar perforaciones de 300 hasta 500 metros de profundidad para poder dotar de 225 litros por día a cada habitante.
Actualmente, el organismo operador del agua cuenta con 96 pozos por títulos de concesión, y en las zonas rurales hay 98 que son administrados por los comités de agua.
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